Amara es un gran yate, tanto que tiene 120 metros de eslora y está equipado para que unas 20 personas naveguen a placer en él disfrutando de todas sus prestaciones; su línea exterior es elegante y deportiva, moderna y casi vanguardista mientras que en su interiorismo son los materiales nobles -piedra y madera- y los tejidos naturales los que recrean ambientes cálidos y acogedores, ideales para la navegación perfecta.
Esta embarcación está pensada para que navegues del Mediterráneo a las playas de Sri Lanka o de las islas Maldivas a las del mar Caribe sintiéndote parte del océano; esa es la razón por la que Amara dispone de diferentes espacios exteriores que, aun a diferentes alturas, están interconectados, buen ejemplo de ello es la cascada que une las dos piscinas; y no son esos vasos los únicos detalles de lujo de este yate, hay más: club de playa, hamman, sala de masaje, gimnasio en cubierta, sala de cine para 16 personas y una bodega en la que guardar toda suerte de juguetes náuticos para disfrutar en alta mar. Ésto sin contar con la suite del propietario, que ocupa un lugar privilegiado en la cubierta superior y que dispone además de piscina privada.
Nada en el Amara es convencional, su línea deportiva y elegante se desdibuja cuando despliega sus balcones laterales para regalar excepcionales vistas a sus huéspedes, lo mismo sucede con el club de playa; estamos ante una embarcación que a su incuestionable belleza une un punto más que importante de versatilidad lo que lo convierte en el yate del momento... y cabe que en la embarcación del año.
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