Tener alma de explorador es mirar, inevitablemente, al mar o al cielo porque la tierra, aunque le queden rincones perdidos, ha sido desvelada ya en gran medida mientras el mar y el espacio suponen una basta extensión por descubrir en la que, sin duda, se esconden todavía hoy grandes verdades desconocidas.
Y por eso, porque si tienes alma de explorador necesitas un yate -lo de la nave espacial es demasiado innovador por el momento-, nos dejamos seducir por el que acaba de presentar en Nueva York el equipo de Gill Schmid Design, Taboo.
Se trata de un yate pensado para navegar entre hielo del Ártico y también en mares tropicales, una embarcación para explorar el mar disfrutando la travesía... y es que el interior del Taboo es para eso, para disfrutarlo: piscina completa con paredes de cristal que regalan vistas infinitas, dos jacuzzis, gimnasio, spa, zona de solarium... y eso para el día a día porque además, para las ocasiones especiales o simplemente para cuando lo estimes oportuno y conveniente, el Taboo puede equiparse con un globo arostático, un coche anfibio, un submarino, un helicóptero... su bodega está abierta a sugerencias.
Taboo es todavía un diseño y desde Gill Schmid Design nos advierten que se construirá a imagen y semejanza de los sueños del que será su dueño, lo que es lo mismo que decir 'pedid y se os dará', eso sí, previo pago de su importe.
Algunos datos más de esta espectacular embarcación que tal vez te interesen: podrás viajar en compañía porque Taboo está pensado para acoger a 26 pasajeros y 40 tripulantes, para ello dispone de 12 camarotes para huéspedes y una suite para ti, con terraza privada, íntima y personal, además de 26 cabinas para los tripulantes. En cuanto a la potencia de Taboo, alcanzará una velocidad máxima de 16 nudos y su velocidad de crucero será de 12 nudos.
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