Barcos

El nuevo yate de Benetti es todo glamour Mediterráneo

Benetti se renueva y nos conquista con un yate abierto al mar Mediterráneo.

Mediterráneo no sólo es el yate más luminoso de Benetti, que ya es decir mucho cuando estamos hablando de una naviera con más de 100 años de historia, es una embarcación soñada, pensada y diseñada para este Mare Nostrum que se define por su luz.

El modo de hacer en un yate tamaño alarde de luminosidad es sencillo en apariencia, las zonas interiores de la embarcación cuentan con ventanales de tres metros de largo y una inmensa puerta también de este material que está sin apenas ser visto y permite que la luz inunde el interior de Oli -el nombre elegido por su propietario para bautizar su propio Mediterráneo, se trata de un nombre de mujer, la suya, que navega ya el Mediterráneo a placer en su yate y con su familia-.

El diseño de Oli es depurado y elegante, muy contemporáneo y fiel a la tradición Benetti; las cubiertas exteriores están perfectamente amuebladas y, en su interior, no hay detalle que haya sido dejado al azar; lo que más sorprende de la suite del propietario y de su estudio no es tanto su magnífica habitabilidad, superior a la de otros yates de su tamaño, sino la luz y las vistas, el modo en el que estos espacios han sido, aun preservando su intimidad, abiertos al mar.

Si estás pensando que en la cubierta inferior todo cambiará y la luz natural dejará de ser protagonista, obvia esa idea porque, gracias al magistral uso de los ojos de buey, las suites de la cubierta inferior resultan tan luminosas como las de la primera; el yate también dispone de espacio para un total de 7 tripulantes que harán la navegación del propietario y sus invitados mucho más placentera.

El colmo del lujo en esta embarcación está en su mesa para 12 porque alrededor de ella se ha dejado un pasillo que te permitirá levantarte durante la cena -entre plato y plato tal vez- para acercarte a ese pasillo con vistas y respirar la grandeza del mar.

A la imponente belleza y funcionalidad hay que sumarle su notable rendimiento: con su dos motores V12 alcanza una velocidad de crucero de 14 nudos y máxima de 15.

Se trata, indudablemente, de una embarcación de ensueño porque quién y cómo la diseña, por su estilo, por sus innovaciones, por su elegancia... y por su Mediterráneo, ese más que nos atrae como si de un imán se tratara.