Con piscina y jacuzzi, con vistas panorámicas desde el solarium y también desde el camarote principal, con bar junto a la piscina e incluso con una zona preparada para soportar el aterrizaje de un helicóptero; Miya es un yate sencillo y elegante en el que la sofisticación subyace a la calidad, al gusto por las líneas depuradas y, en definitiva, a un diseño que piensa en el placer y el mejor acomodo de los navegantes. El yate más sofisticado.
Un yate, más si es tan de lujo y tan exclusivo como éste, comienza en un sueño y ciertamente tiende a quedarse en él, es ahí donde las mentes creativas como la de Emre Yildirim encuentran la inspiración que lleva sus manos a dibujar diseños innovadores, sugerentes y de bella factura; así nacía este diseño y así permanece hoy como un concept único y exclusivo que será un yate bajo petición directa de quien quiera (y pueda, sí...) convertir sus sueños en realidad.
Miya mantiene, en sus 96 metros de eslora, la estructura clásica de un yate pero redondea sus líneas y juega con las vistas y los tonos de los materiales en los que toma forma; lo hace trazado en líneas curvas que se integran con el océano acariciándolo en lugar de cortarlo; a Miya no le falta detalle, piscina en popa, jacuzzi en proa y espectaculares vistas panorámicas del mar o el puerto -mientras navegas o en tu atraque- tanto desde el solarium como desde el camarote principal. Indudablemente, un lujo de yate además de una bella pieza de diseño.
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