Cuando pensamos en yates de lujo se nos pasan tres imágenes por la cabeza, la primera es la clásica de los grandes yates atracados en Mónaco o en Cannes, esos de imponente presencia que cuenta con piscina, jacuzzi y hasta chimenea en sus cubiertas, la segunda imagen es su antítesis, los cruceros de un día, son de línea elegante y factura exclusiva como la Riva de Grace Kelly y la tercera imagen, que es la que viene más a cuento del Mangusta Sport 104 que hemos conocido hace pocos días, es el de los yates de línea deportiva, ni tan grandes como los primeros y ni tan pequeños como los cruceros de un día, ni con tantos ni tan pocos servicios... pero con unas características muy definidas entre las que no falta nunca un rendimiento notable sobre el agua.
Lo primero que debes saber del Mangusta Sport 104 es que su diseñador es Igor Lobanov, un diseñador famoso por su originalidad y por el aire vanguardista de todas sus creaciones; su línea exterior es muy agresiva, como corresponde a un yate deportivo, pero gracias al uso del vidrio, eso no supone un interior muy cerrado sino todo lo contrario, abierto al mar y muy luminoso; el interiorismo del Mangusta Sport 104 contrasta con la línea deportiva exterior y se presenta muy elegante y de gusto mediterráneo.
Eso sí, que esa elegancia no te engañe, el Mangusta Sport 104 puede navegar hasta a 35 nudos de velocidad.