Easy Rider. 4
Barcos

Easy Rider

Lo ideal viene siendo surfear olas, pero…

La idea de fabricar una tabla de surf motorizada había estado rondando la cabeza de Martin Sula desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, en 2008 consiguió crear su propia empresa para hacerlo realidad y donde sus técnicos, después de combinar conocimientos y experiencias en varias ramas de la ingeniería, como la mecánica, la hidrodinámica, la electrónica y los materiales, han entrado en producción.

Entre las especificaciones que desde un principio debían cumplir las JetSurf estaba la capacidad de ser transportadas fácilmente por una sola persona, andando, en coche, barco o avión, algo que se puede hacer con muy pocos vehículos a motor. Por eso había que reducir su peso hasta los catorce kilos que finalmente pesa. Otra de las especificaciones de obligado cumplimiento era el minimizar al máximo el impacto medioambiental que potencialmente podría producir. Por eso, las piezas y componentes de las JetSurf se fabrican en MSR, una empresa checa especializada en motores de combustión de combustión interna de bajo consumo que aplica la tecnología Greentech  y que tienen como clientes, entre otros, a BMW, Skoda y KTM. El casco está hecho a mano con Fibra de Carbono ultraligera y Kevlar, utilizando los más altos estándares tecnológicos. El resultado es que JetSurf está certificada y aprobada por la Comisión Europea y ha recibido la etiqueta CE de la Unión Europea.

Las JetSurf cuentan con un potente motor que, según el modelo elegido - Ultra Sport, Factory o Pro Race, va desde los 86 cc hasta los 100 cc, lo que les permite alcanzar una velocidad máxima entre 29 y 31 nudos que, créanme, en el mar es mucho. Sin embargo, el consumo de combustible se reduce a dos litros a la hora. Un sistema de escape garantiza la potencia máxima y la reducción de ruido en un espacio realmente pequeño. Asimismo está equipado por una unidad de control electrónico automático con función de arranque automático y parada en caso de necesidad, por ejemplo, una caída. Dispone de una batería de litio-ferrofosfato que no se recarga con el motor porque se ha prescindido de un acumulador para evitar cargas innecesarias. El tiempo de conducción sin recarga es de unas cuatro horas.

Lo ideal viene siendo surfear olas, pero si ha saltado el Levante o en realidad ya no te encuentras tan ágil como antaño, no tienes excusa porque JetSurf es posiblemente lo que andas buscando. El modelo JetSurf Factory tiene un precio de 12.000 €.

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