Nos gustan los barcos porque nos gusta el mar y todo aquello que nos acerque a él y nos permita disfrutarlo nos parece una gran idea. Claro que hay barcos y barcos, hay yates de lujo que son todo un espectáculo, concepts que nos roban el sueño y proyectos a vela que nos dejan en un grito, proyectos como el Amel 50 que luce hoy como un concept al que le faltan poco más de dos meses para cruzar los mares.
Amel, la lujosa naviera francesa con base en La Rochelle, ha sorprendido al mundo con el anuncio de la que será su embarcación más pequeña, el Amel 50; no sólo es la más pequeña nunca antes botada por esta naviera sino que supone también un cambio de registro en su estrategia, Amel se aleja un paso de sus grandes embarcaciones pensadas para dar la vuelta al mundo y que necesitan un cierto nivel de conocimientos náuticos para su manejo y ese paso los acerca a un público nuevo para ellos, el que busca embarcaciones un poco más pequeñas, de fácil manejo e ideales para navegaciones cortas de verano y ocio.
El exterior mantiene las líneas depuradas y armónicas que perfilan una embarcación muy Amel aun a pesar de sus novedades mientras el interior desvela un diseño moderno y elegante, no por ello menos sofisticado de lo que son siempre los interiorismos náuticos de Amel.
Este nuevo Amel, de fácil manejo y con una tamaño que permite acceder cómodamente incluso a puertos de difícil acceso, no sólo reduce su tamaño respecto a las embarcaciones previas a ésta sino también el precio convirtiéndolo en un gran opción como yate familiar.
Para hacer el Amel 50 el diseño perfecto, la naviera de La Rochelle ha contado una vez más con el equipo de Barret Racoupeau Yachts, colaboradores habituales de Amel puesto que han firmado ya juntos varios diseños de yates, tanto de su exterior como de su interiorismo.
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