Fue en 1988 cuando Dior lanzaba el que iba a convertirse en uno de sus iconos olfativos: la fragancia masculina Fahrenheit. Han pasado casi tres décadas y la historia de este aroma se mantiene viva gracias a las diferentes reinterpretaciones que se han lanzado a lo largo de estos años, aunque siempre manteniendo el original inalterable.
Ahora se presenta una declinación más fresca y contrastada del clásico. Se trata de Fahrenheit Cologne, una creación del perfumista François Demachy, responsable principal de la maison, en la que juega con la pureza y la transparencia sin dejar de lado el encanto especiado y amaderado del aroma original.
El resultado es más ligero, incluso se podría calificar de sencillo, pero, como todas las genialidades, esconde una complejidad profunda y estudiada. “He querido crear una colonia que sea una puerta de entrada hacia los acordes potentes de Fahrenheit. Mi objetivo era atraer hacia las notas más abruptas, pero con ligereza”, explica el nariz.
La alquimia es exquisita. El vetiver de Haití y el cedro de Virginia forman la base, ala que se añade nuez moscada y comino, además de pachuli de Indonesia y toques de violeta francesa. Esto permite un frescor y un toque picante, que se potencia con la esencia de la mandarina siciliana, la bergamota de Calabria y el limón.
También se renuevan los colores del frasco. La forma se mantiene, pero se reinterpreta el mítico rojo, dando un toque de azul y gris que recuerda al atardecer, en sus últimos momentos. Un contraste bello.
La fragancia se pone a la venta a partir del mes de febrero, en frascos de 125 ml., a un precio de 93 €.
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