Así es "Don’t go unnoticed", el nuevo perfume de Roberto Cavalli, de los que dejan huella y quedan impresos en cada paso que das, en cada mirada, en cada gesto. Para que no pases desapercibida. Un perfume que te distingue, resalta tu personalidad y te delata. Estás ahí. Felina: aterciopelada y salvaje.
Y no podía ser de otro modo. Porque Roberto Cavalli fue el pionero del “animal print”. Enamorado del encanto de lo animal, con 30 años patentó e introdujo en la alta costura nuevas formas de imprimir estampados en cuero. Llevó estrechos vaqueros impresos, cueros tratados con la vieja técnica de la intarsia, brocados y estampados salvajes a las pasarelas de la Sala Bianca de Palazzo Pitti en Florencia, y más tarde a los de Milano Collezioni. Luego abrió su primera tienda en 1972 en Saint-Tropez.
En sus propias palabra la moda, su pasión, era sólo una consecuencia de un deseo de demostrarse a sí mismo, un niño nacido en las afueras de Florencia de una familia llena de amor y deudas, sus habilidades artísticas. Y consiguió romper las barreras de la moda.
Además de ampliar sus diseños al público más joven, de expandir su negocio abriendo dos cafés diseñados por él, y una nueva filial en Madrid, también se ha atrevido con el universo de la perfumería.
Hoy, en pleno siglo XXI, los “animal print” de Cavalli siguen marcando tendencia y él, espíritu inquieto, sigue sorprendiéndonos con perfumes como éste. Cálido y especiado, es una creación de Louise Turner (Givaudan) que supo mezclar la pimienta rosa, azahar y semilla de tonka.
La naturaleza también es la madre de la elegancia.
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