Le Male cumple 18 años. Increíblemente para un mercado (el de las fragancias masculinas) plagado de novedades que siguen apareciendo de forma incesante, la de Jean Paul Gaultier sigue y sigue como best seller, inalterable. Para celebrar su mayoría de edad o su permanencia en las perfumerías (y en la piel…) el diseñador francés ha querido reformular su jugo y se ha inventado un nuevo frescor, el tórrido.
Francis Kurkdjian ha recibido el encargo de darle a su fragancia (él fue su genial creador), este giro y él, encantado: “Tenía muchas ganas de reapropiarme de la fórmula. Con la distancia, había cosas que resultaban obvias: conservar la estructura original y el desarrollo de los acordes, pero dándole máxima amplitud a la nota. La peculiar utilización de la lavanda, característica de Le Male, está presente, pero la faceta oriental desaparece de Le Beau Male para dar paso a una sensualidad a flor de piel. Como si la piel transpirara el perfume”, explica el nariz.
¿El resultado? “Una gota helada que hace estremecer de placer un cuerpo incandescente”. Como el del modelo que al más puro estilo pin up de los años 50 interpreta la sensación para la campaña. Los coleccionistas de las latas y los frascos de esta fragancia (que son numerosísimos), presten atención. El envase exterior se reviste de un azul glaciar magnético y el nombre se anota a mano sobre el vapor; el torso viene escarchado. Le Beau Male es un perfume para hombres fatales. Que los hay…
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