Perfumes

Eau de Rochas. Historia de una fragancia

La historia del perfume Eau de Rochas contada a través de sus carteles publicitarios.

Eau de Rochas es una fragancia clásica en cuanto a que lleva más de 40 años con nosotras, 40 años en los que sus notas de salida, fondo y corazón han permanecido tan vibrantes como el primer día y su frasco tan tallado como entonces, 40 años en los que, en cambio, la vida se ha transformado notablemente... transformaciones y cambios que se ven reflejadas en las diferentes campañas de Rochas a lo largo de su historia.

Fue en el año 1970 y en el día de la madre, elección ésta que marcaba ya el destino de una fragancia pensada para dar floralidad a las mujeres en su veintena ya avanzada y de ahí en adelante... por siempre jamás; Rochas dio protagonismo entonces al aroma y su envase y la primera imagen de campaña de Eau de Rochas fue, por eso, el propio frasco de la fragancia.

De ahí en adelante Rochas unió la imagen de la mujer Eau de Rochas a la de su fragancia y no sólo era un rostro de mujer el que nos miraba desde sus carteles sino que recurrió incluso a mujeres notables que eran esencialmente mujeres Eau de Rochas; una de ellas fue la mismísima Carla Bruni antes del Elíseo y Zarco.

Así transcurrieron los 70 y los 80 en las campañas de Eau de Rochas; en los 90 observamos un nuevo cambio al calor de la moda y las tendencias: las imágenes ganan frescura y las pieles color convirtiendo la imagen de la icónica fragancia francesa en una suerte de campaña de verano y sol durante todo el año.

El nuevo siglo empezaba con la imagen en blanco y negro del año 99 para llevar el aroma de Eau de Rochas a tu punto más sofisticado y elegante, un punto con retorno que volvía a la frescura en las campañas siguientes y que hoy se presenta en una mezcla de ambos ambientes: la serenidad y el encanto, de la mano de lo que habitualmente llamamos zen, y la alegría y la calidez de las imágenes luminosas y soleadas.

El mundo a cambiado, las mujeres hemos cambiado y Eau de Rochas nos ha acompañado en todos esos cambios evolucionando sobre nuestra piel y dándonos ese punto de referencia aromática que hace que nos sintamos siempre como en casa cuando sus notas de salida, fondo y corazón emanan de nuestra piel.