Ya habían pasado doce horas. Tan sólo la mitad de otras tantas que aún estaban por llegar para quebrar aquel silencio incómodo de oficina. A su inseparable teléfono de última generación no se le escapaba una. Maldito cachivache. Dejó la silla a un lado, abrió el cajón y cogió su kit de supervivencia para días largos, un raquítico neceser de finales de los ochenta donde guardaba un pequeño tesoro de setenta y cinco mililitros con corazón de rosas y miel: su Rose Velours Nº 1778504.
Alta joyería hecha perfume por la prestigiosa firma Van Cleef and Arpels y el perfumista Antoine Maisondieu. Juntos han creado un maravilloso jardín de las maravillas capturado en vasos de cristal. Gardenia Pètale, Orchidée Vanille, Bois Diris y Coloque Noire son algunos de los nombres que componen su colección Extraordinaire, a la que acaba de unirse la embriagadora Rose Velours, una fragancia iniciática que descubrirás poco a poco sobre la piel, notando como gana riqueza y volumen con el paso de las horas. Los 720 minutos más intensos de la vida de una rosa de alta alcurnia.
Apartó el tapón y se echó unas gotas de Nº 1778504. Miró la hora en su cachivache de los mil usos y emprendió la marcha. Empezaba la cuenta atrás.
Las doce horas de las rosas:
10:00/13:00 - frescor de bergamota italiana.
13:00/14:30 - delicadeza de hoja de violeta.
14:30/18:00 - voluptuosidad de rosa intensa.
18:00/19:20 – suave empolvado de iris.
19:20/21:00 - calidez de ámbar y destellos de madera de cedro.
21:00/22:00 – acarameladas lágrimas de benjuí de Laos.