Presentarse en Milán en su semana más bella es siempre una emoción y un reto, más cuando esa presentación sucede por primera vez; esa es, probablemente, la razón por la que Diptyque decidió contar con un artista emocional y contador de historias para estrenarse en la Milan Design Week afrontando así el reto del estreno no sólo con las garantías de su Le Sablier sino también del responsable de su instalación: el artista italiano Felice Limosani.
El aroma -característica inherente a Le Sablier- y el tiempo son los dos conceptos esenciales de la instalación creada por Limosani quien, jugando con espejos y formas geométricas, ha creado un diálogo etéreo entre el tiempo y los aromas bajo el que la late no una sino mil historias, tantas como asociamos a un aroma.
Un detalle que no escapa a nuestra atención de entre los muchos que descubrimos en esta creación de Limosani, es la importancia de las formas geométricas en la construcción de un conjunto cuya armonía nos recuerda al equilibrio que deben mantener siempre las diferentes notas aromáticas de un perfume, tanto las de salida, fondo y corazón en sí mismas como todas ellas en su conjunto.
Los círculos son formas perfectas y completas que en esta instalación toman color y aroma, hablan al tiempo y cuentan historias.
El poder evocador de los aromas es siempre notable, por eso resultan relajantes y placenteros, porque nos alejan de las tensiones de cada día y nos transportan a través del tiempo hacia un estado de placidez en el que recuperarnos... y sonreír; Le Sablier es un objeto icónico de Diptyque que esconde en sus seis fragancias esa ansiada placidez y con ellos, jugando también con sus colores, Limosani ha creado una instalación artística y aromática, evocadora, casi de ensueño que se puede visitar hasta el día 9 en el Palacio Litta, en Milán, en la Milan Design Week.
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