Todavía no lo sabes, pero lo quieres. No lo necesitas, pero lo deseas. Te has encaprichado, enamorado o antojado, llámalo como quieras; pero lo cierto es que no puedes sacártelo de la cabeza. Y cuentas de forma pausada hasta cinco -1, 2, 3, 4 y 5- esperando que el espejismo desaparezca pero, todo lo contrario, se afianza aún más.
Y, ¿por qué el número 5? Para responder a esta pregunta es necesario volver la vista atrás hasta 1921, año en el que Mademoiselle Coco Chanel encargó a Ernest Beaux la creación de “un perfume de mujer con olor a mujer”. El resultado fue una fragancia que, a lo largo del tiempo, ha logrado conquistar a mujeres como Marilyn Monroe y se ha convertido en sinónimo de elegancia y feminidad. El número cinco se debe a que Coco eligió la quinta versión y decidió conservarlo como nombre. Sencillo, práctico y fácil de recordar.
Con un diseño minimalista, clásico pero siempre actual, Chanel nº5 no solo es la fragancia más deseada de Gabrielle Chanel, sino también la de millones de mujeres en todo el mundo, Giselle Bundchen la primera. Ellas esperan con ansia que llegue una ocasión especial, un regalo inesperado o un capricho, eso sí, todos ellos envueltos en un bouquet floral cuyo aroma recuerda a rosa de mayo, a jazmín y a vainilla. Notas suaves que perduran en el tiempo y la memoria, que no se olvidan fácilmente y se reconocen a metros de distancia.
Chanel nº5 es sensual y atemporal, y se presenta en forma de Eau de Parfum que se puede vaporizar sobre la piel y la ropa. Puede que ya estés haciendo tu lista de deseos para esta Navidad, y seguro que Chanel nº5 está dentro de en ella. Inédito, inclasificable y fetiche, el número cinco es #theonethatIwant