Si con una mirada a veces basta, con un buen perfume, en teoría, debería ser más que suficiente. Los hombres saben que una fragancia puede abrir puertas repletas de éxito o catapultarles al más estrepitoso de los fracasos. Por eso, cuidan mucho sus elecciones, las cambian según el momento y las repiten si han actuado otras veces como arma infalible de seducción.
A la hora de elegir un perfume que se quede en la memoria no importan los frascos, las etiquetas ni las cajas. La firma Annick Goutal es consciente desde hace décadas que lo importante de una fragancia va más allá de las apariencias. Sus propuestas se presentan en frascos de líneas sobrias y sencillas y, ahora también, tres de ellas están disponibles en tamaño de 50 ml. con vaporizador.
Eau de Monsieur es uno de los aromas clásicos de la firma. El frescor de los cítricos y la bergamota se combina con notas de pachuli y sándalo que le dan un toque muy distinguido y elegante. Eau d’Hadrien nos recuerda al aire refrescante que se respira en la Toscana. Lleva toques de ciprés, mandarina verde, pomelo y un característico aroma a limón siciliano. Y, por último, Duel, la fragancia más intrigante de todas, recuerda a iris, mate verde y otros componentes tan exóticos como la madera de Gambia o el petitgrain de Paraguay.