Ella sonríe sin contenerse, con una esas sonrisas que son inevitablemente contagiosas, de esas que significan felicidad y espontaneidad al mismo tiempo. La naturalidad es todo un don y aquellas mujeres que la poseen desprenden un atractivo difícilmente equiparable.
Así es Annick Goutal, con una personalidad desbordante y una sonrisa siempre en el rostro. Ella es de espíritu libre y decidido, se atreve a todo, sin vergüenzas ni reparos. Incluso a veces se olvida de sus propios límites porque, ¿para qué existen si no es para saltárselos?
Las encargadas de plasmar toda esa esencia en un delicado frasco han sido Camille Goutal e Isabelle Doyen, quienes escriben un nuevo capítulo en la perfumería de la firma. Y lo han hecho pensando en una mujer urbana, que cada día se enfrenta a los retos de la rutina en una gran ciudad como puede ser, por ejemplo, Nueva York.
La nueva fragancia de Annick Goutal se llama Vent de Folie y huele a flor de guisante, a geranio, grosella negra y desprende unas dulces notas a frambuesa, almizcle blanco y corteza de cedro. Fresca, incansable y un aroma que deja tras de sí una estela que encandila.
Este perfume sale a la luz en forma de edición limitada, una colección de frascos de cristal decorados como si sobre ellos se hubiera pintado un grafitti. Su tapón dorado llama la atención con elegancia y un clasicismo atemporal. Vent de Folie es etérea, sofisticada, ligera e intensa al mismo tiempo. Huele a vitalidad y su frescura se contagia.
Esta edición especial del icónico frasco ha sido decorada por el artista Nasty, quien además de decorar las calles de Francia, también firma las obras que decoran las boutiques de Annick Goutal. Únicamente saldrán a la venta 150 frascos, todos ellos numerados y firmados, y podrán adquirirse en la tienda online y en las tiendas de la rue Castiglione y en la de Saint Soulpice.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6