Roberto Cavalli se aleja un paso de su intensa sofisticación y sus atmósferas de tintes barrocos para zambullirse en el mediterráneo más azul; no abandona el oro porque es inherente a su esencia pero sí otros mil detalles que lo hacen coquetear de modo constante con el exceso; en esta ocasión se rinde a la frescura y a la naturalidad y lo hace a través de su último perfume: Paradiso.
El Paradiso de Roberto Cavalli huele a bergamota, jazmín y ciprés; la bergamota, un cítrico de la zona de Lombardía que cede su corteza para destilar su esencia, aporta las notas frescas; el jazmín, una flor mundialmente conocida, utilizada tanto para decorar como para hacer té o para extraer de él su esencia, dicen incluso que tiene poderes afrodisíacos... y suma su luminosidad al Paradiso de Cavalli; el ciprés, que florece con el final del invierno anticipando primavera, dota a esta esencia de un extra de sensualidad y profundas notas amaderadas.
Se trata de un perfume fresco y a la vez contundente, muy Cavalli, pensado para perfumar a las mujeres de hoy en día, a aquellas que pisan fuerte y en tacones, a las que saben lo que quieren y no dudan a la hora de caminar hacia ello; es una fragancia para mujeres sensuales, de esas que llevan la elegancia en su adn y que buscan, a través de sus quehaceres de cada día salpicados de ciertos momentos de atrevimiento y locura, su propio paraíso.
Para ellas crea Roberto Cavalli un Paradiso y lo encierra en un frasco transparente, redondeado y tocado en oro que se convertirá en la joya de tu colección de aromas y perfumes para momentos esenciales.
Si buscas un nuevo aroma que echarte al cuerpo, no te pierdas la última pócima de Roberto Cavalli porque es un Paradiso de sensualidad y belleza.
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