Ya os he contado que mi amiga Lola anda desparejada desde hace ya tiempo. Empieza a agobiarse, a deprimirse, a decir cosas raras así que, para resolver el problema, el Comando Parque hemos puesto en marcha el plan Antena Lady.
Por partes. Lo primero, el Comando Parque. Nos llamamos así porque el parque es nuestra principal base de operaciones. Vamos, que estamos siempre allí. Pasamos más tiempo en él que en la cocina de nuestras casas. Nos gusta porque es barato, cabemos todas, siempre hay alguien, te puedes sentar, los niños están distraídos y no nos interrumpen ni escuchan lo que hablamos, no hay que limpiarlo, podemos hablar a voces (como acostumbramos) y en un marzo soleado y templado como éste no hace falta que bajemos como otros inviernos con los esquijamas debajo de la ropa…
Lo segundo. El plan Antena Lady: ¿en qué consiste? Pues, como bien le ha explicado Marta a Lola en “estar siempre lista para emitir señales. Da igual que vayas a comprar el pan, o a sacar la basura, o al quiosco de periódicos. Has de ir siempre atenta a cualquier posible candidato que se te cruce en el camino y, si te gusta, lanzarle una señal”. La actitud, le ha dicho Marta, es esencial. “Por ejemplo, si vas al gimnasio no puedes estar matándote a abdominales, toda sudada y sin resuello, porque le cortas el rollo a cualquiera. No. Te tienes que colocar mona en la bici estática y mirar a ver quién hay y establecer contacto visual si te interesa alguien”.
Y, claro, esta predisposición requiere que Lola vaya siempre ideal, súper puesta, con el pelo limpio, muy perfumada… Y, como dice Sara, con un maquillaje nude o efecto piel desnuda, que es lo que está más de moda y que consiste en ir pintada como una puerta pero sin que lo parezca.
Abreviando. Lola se tira al parque a correr por las mañanas muy temprano y una tarde nos cuenta que se suele cruzar con un tipo alucinante que corre a diario también y que le pone ojitos. A la mañana siguiente, Sara se plantó en su casa con la nueva colección de maquillajes de Bobbi Brown dispuesta a prepararla: le hizo una coleta muy alta y muy tirante para estirarle las arrugas, le puso un top diminuto y unas mini mayas y la maquilló todo lo que pudo y un poco más. Después, parafraseando a su maquilladora de cabecera (la Brown), Marta le soltó: “La manera más moderna de llevar colores llamativos consiste en añadir un toque de impacto sobre un rostro neutro”. Así que le atizó un rojo de labios que parecía que sostenía entre los dientes un clavel reventón. Lola iba espectacular... Tanto, que el chico no la reconoció y pasó a su lado sin hacerla ojitos. Además, como a Sara le había llevado mil horas acabar su look cuando Lola llegaba al parque él ya se iba.
Al día siguiente, Lola volvió a bajar a correr como siempre: con las marcas de las sábanas en la cara, el pelo revuelto, los ojos de koala porque no se había retirado del todo el rímel la víspera, la camiseta astrosa (su favorita) y, cuando más sudada estaba, apareció él. Entonces, se ve que sin previo aviso, la Antena Lady se activó sola y empezó a emitir una señal que él debió recibir alta y clara porque se avalanzó sobre ella y rodaron los dos por la pendiente de césped abajo. Como explicó Lola después: “Todo fue muy rápido y muy sucio, pero… alucinante. Y sin predisposición, ni actitud, ni maquillaje nude, ni todas esas cosas que me metéis en la cabeza. En lo único en lo que sí que acertasteis es que puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar. Y fue aquí en nuestro parque ¿dónde si no?”.
Los productos de la imagen pertenecen a la colección Neon&Nudes Collection de Bobbi Brown.
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