Gisele Bündchen, cuya carrera profesional comenzó cuando contaba 13 años y casi de casualidad, continúa siendo a día de hoy, cumplidos los 37 años, una de las modelos más admiradas del mundo pero, curiosamente, sigue siendo, en gran medida, la niña que fue y la mujer que iba a ser, la moda no la ha cambiado mucho (aunque sí su nivel de vida, claro).
Se confiesa amante de la casa y el hogar y se atreve a desvelar también que en el momento más álgido de su carrera trabajaba con la misma idea: terminar pronto el trabajo y marcharse a casa; hoy en día está casada y es madre de dos niños lo que, sumado a su carácter, da como resultado un deseo de casa y hogar todavía mayor que antes. Eso y sus 37 años que, en teoría, le impiden competir con las nuevas generaciones de modelos que pisan ahora fuerte en campañas y pasarelas (las hermanas Hadid, Cara Delevingne...).
Claro que esa es la teoría porque en la práctica hay mujeres cuya belleza y encanto no sucumbe al paso del tiempo, lo hemos dicho muchas veces de Naomi Campbell, también de Kate Moss y lo afirmamos ahora de Gisele Bündchen, a la vista de la última campaña que ha protagonizado para la firma de cosmética brasileña O Boticário ¿no te atreverías a afirmar que la Bündchen forma parte del selecto grupo de modelos que parecen haber pactado con el diablo su belleza eterna?.
Brasil no es sólo el país de origen de Gisele Bündchen, es también su refugio profesional porque son las firmas de aquel país las que cuentan con ella de forma recurrente, la hemos visto protagonizar campañas de firmas de joyas como Vivara o de moda como Colcci, ahora también de cosmética para O Boticário poniendo así su rostro a la nueva base de maquillaje premiun de esta firma brasileña.
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