Déjanos advinar: estás en la veintena, o incluso en la treintena, y lees este tipo de artículos con cierto desdén porque sientes que tu piel lo aguanta todo; no te falta razón, a los 20 e incluso a los 30 la piel lo aguanta (casi) todo; lo que no sabes, joven incauto, es que esa piel luminosa y juvenil que luces con tanto desparpajo al sol y a la sombra es la que tienes para toda tu vida, la piel tiene memoria y los derroches de hoy son las quejas y lamentos del mañana. Créenos, proteger la piel de tu rostro es un must, o acabarás por lamentarlo.
No, no creas que te hablamos de la ancianidad, te hablamos de los 40, incluso de los últimos 30: las pecas que hoy te hacen tanta gracia mañana serán manchas de las que te hacen sentir que tienes un mapa del mundo pintado en la cara y las rojeces que hoy descuidas (porque tras ellas viene ese todo moreno dorado y profundo que tanto te gusta) son la piel seca y acartonada que no volverá nunca a lucir hidratada e iluminada. Eso de que los 40 son los nuevos 30 está muy bien... siempre que tu piel no te delate.
El sol es sano, de él obtenemos la vitamina C que nos ayuda a fijar el calcio y también alegría y ánimo; para la piel, en especial para la piel del rostro, el sol es un amigo, sí, pero un amigo traicionero con el que no debes dejar de relacionarte pero sin permitir que se propase contigo porque, y esto es algo que sueles olvidar, la cara que ves en el espejo cada mañana no solo es el reflejo del alma, es la única que tienes, no hay repuesto.
Dicho todo esto ¿qué hacemos con la piel de nuestro rostro ahora que el sol nos tienta y nos disponemos a caer en su tentación deseando que algo nos libre del mal mientras nos permite disfrutar del bien? ¡protegerla! es una obviedad, es cierto, pero es esencial: en verano hay que mantener las rutinas diarias de cuidado de la piel (hidratación por la mañana, limpieza e hidratación por la noche) y añadir un paso más: la protección solar; y, ojo, no hablamos de protección solar para ir a la playa o a la piscina, hablamos de protección solar en todos y cada uno de los momentos del día en los que dejes que los rayos del sol toquen tu piel ¿recomendación? completa tu rutina matutina aplicando una crema con protección solar.
Ahora bien ¿cómo proteger la piel del rostro? ¡cómplices! eso es lo que necesitamos para plantarle cara al sol y al verano, no vamos a hablar de alta cosmética porque sus precios se escapan a un uso diario pero sí de cosmética de notable calidad y resultados contrastados, nuestros cómplices son Isdin, Bella Aurora, La Roche Posay, Clinique y Shiseido; por supuesto hay más posibles cómplices pero estos están garantizados.
En función de cómo sea tu piel o cuáles sean tus necesidades, alguna de las firmas de cosmética que hoy te sugerimos será para ti más cómplice que otra pero ten claro que con cualquiera de ellas pondrás tu rostro en buenas manos y mejor cosmética.
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