Cosmética

Dior et la vie en rose

Y una vez más, Dior y las rosas...

Las flores forman parte irrenunciable del universo de Christian Dior y, de entre todas ellas, las rosas son las predilectas del modisto francés que osó hacer sombra a Coco Chanel en sus tiempos más revueltos.

Las rosas en sus colores y aromas, en su forma y en su evocación, son una constante de las creaciones de Dior como lo fueron en su juventud; su sensibilidad y su gusto irrefrenable por todo lo bello, llevaron a un niño y joven Christian Dior a disfrutar del encanto de los jardines que paseaba junto a su madre; y de entre todas las flores, la que acaparaba siempre su atención, la rosa…

Rosas salvajes y rosas de Normandía que le sirvieron de inspiración y refugio y que continúan ofreciendo hoy a su maison el poder de su belleza.

Durante los últimos años, en cuanto a lo que a cosmética se refiere, la maison Dior ha logrado dar respuesta a una pregunta de formulación sencilla y compleja solución ¿de dónde viene la belleza de aquellas rosas que crecían en un acantilado frente al mar, uno que daba su espacio en la tierra a un jardín junto a la casa en la que Christian Dior comenzó a conocer el mundo y a sentir que había llegado a él para hacerlo más bello?

La respuesta a esta pregunta se ha condensado en el néctar de rosas de Granville, complejo esencial de la última creación de Dior Prestige, una crema untuosa y suave que difumina el daño que el tiempo y sus inclemencias hacen a nuestra piel.

Con Dior Prestige, lucir bella como una rosa no es ya una utopía, es seguro.

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