Las pasiones pueden llegar a mover el mundo. Cuando ves a alguien que aun sin tener un talento muy desarrollado, sobresale por encima de la media, observa la pasión con la que desempeña lo que hace. Supongo que como yo, también has visto a personas que han destacado en estudios, deporte y trabajo no por ser tal vez los que más habilidades en ese área tenían, sino por ser los que con más ahínco se esforzaban a lograr resultados, no se relajaban ni un momento a tomar el sol, sino que estaban constantemente poniendo su dedicación y pasión en una única dirección.
Pero no es oro todo lo que reluce iluminado por la pasión. La pasión mal entendida podría convertirse en obsesión, y habitualmente nos aporta resultados malos, como la adicción al trabajo por ejemplo.
Ahora, por otro lado, cuando dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo a algo que nos apasiona, a algo que en verdad hacemos más por amor a realizarlo o a otras personas, no por egoísmo y provecho únicamente nuestro, los resultados que podemos llegar a lograr son realmente únicos. Con pasión y dedicación podemos desarrollar todo nuestro potencial, dar el máximo de nosotros mismos.
Nos puede ayudar mucho en este camino, el rodearnos de personas apasionadas, y aún más si su foco de pasión es parecido al nuestro, ya que nos retroalimentaremos de motivación e inspiración, y eso nos propulsará mucho más lejos aun.