the Go

Tus quejas determinan tus posibilidades

Tus pensamientos dirigen tu atención y ésta tus acciones, si te quejas esto obtendrás, si te haces responsable actuarás en consecuencia.

Es curioso que tras años y años de escuchar, cómo las personas se quejan de todo lo que sucede alrededor, de lo mal que lo hace el gobierno, de lo poco que ayuda a crear empresas, de si mi jefe es esto o lo otro, de la pareja, de los niños, y así para rellenar dos o tres vidas, seguimos escuchando las mismas lamentaciones, no hemos innovado nada al respecto, no hay nada nuevo bajo el Sol, en muchos casos incluso, ni han cambiado las personas protagonistas de estas “aportaciones”, y no se dan cuenta de la parte de vida que desperdician con esta actitud.

Hay varias cosas que son importantes a tener en cuenta cuando estamos quejándonos, la primera de ellas es que el tiempo es finito, y no podemos ni alargarlo, ni recuperarlo, por lo que tiempo que has invertido en quejarte, no lo estás invirtiendo en otra cosa más productiva, así de sencillo, así de claro. Si dedicas pongamos dos horas a la semana a quejarte (para algunas personas esta cifra es superada con creces), son dos horas de tu vida que has desaprovechado o disfrutado (jamás vi que quejarse hiciera a nadie feliz), pero además piensa el tiempo post-queja, ya que el mantener durante un tiempo este comportamiento, con el diálogo verbal interior o exterior que esto conlleva, genera un conjunto de emociones que alargan el malestar generado durante bastante más tiempo. Lo que también influye negativamente en como nos relacionamos con las personas de nuestro entorno.

Y en segundo lugar, cuando te estás quejando de que alguien te impide realizar algo, estás confiriendo una responsabilidad y poder a esa persona o institución que automáticamente limita tus opciones. Por ejemplo, “si mi jefe no fuera como es, yo podría…”, automáticamente ya te has colgado el cartel de que no puedes, y tú y yo sabemos que eso no es cierto, ya que tal vez con ese jefe sea un problema, pero no tiene porque ser la única opción, el único camino. Si tu foco de atención lo llevas a tu objetivo, en lugar de llevarlo al problema, las preguntas que de tu cabeza surgirán serán muy distintas, y en consecuencia las respuestas también, y éstas cambiarán tus posibilidades, ¿para poder hacer… qué necesitaría? ¿quién puede proporcionármelo? ¿dónde puedo conseguirlo?.

Si te fijas, en la queja el protagonista es tu jefe, tú quedas en un mero secundario víctima, mientras que en las preguntas del ejemplo, tú pasas a ser el protagonista, no hay barreras protagonistas, son meramente secundarias. Para aumentar tus posibilidades, tienes que tomar la decisión de tomar el papel principal de esta película que es tu vida, y como tal comenzarás a buscar alternativas, para lograr que el final sea como tú deseas. Esto no significa que no aparezcan villanos que intenten arruinar tus planes, pero tu foco siempre ha de estar no en quejarte de lo que ellos te hacen, sino en las opciones que tú tienes para poder seguir avanzando, aun pese a sus actos.

La vida es la que es, el gobierno es el que es, el mundo es el que es, el universo es el que es, pero yo me pregunto: y tú, ¿quién eres? ¿en quién te vas a convertir? ¿qué vas a hacer para lograrlo? ¿cuándo vas a comenzar?

Salir de la versión móvil