Con frecuencia en la vida nos encontramos ante una encrucijada, tenemos que elegir entre varias opciones y no sabemos cuál será la mejor decisión para nuestro futuro. Hay dos formas de poder saberlo, y además suelen coincidir.
La primera escuchar tu intuición, me refiero escuchar de verdad, y cuando uno presta verdadera atención o escucha activamente, no se justifica ni a favor ni en contra con pensamientos en su cabeza, solo escucha, ello no conlleva que tenga que ser la decisión, solo ha de escuchar. Y después ya se tomará la decisión que se quiera.
La segunda, es ver cuál de las opciones tiene más relación con algo que en verdad nos apasione, cuál esta más cerca de algo que nos hace vibrar. Esta también es una forma de escuchar nuestro interior, ya que en nuestras pasiones también se encuentra un trozo de nuestra esencia, de quién realmente somos. ¿Podrías ser feliz si vivieras tus pasiones? supongo que como nos ocurre a la mayoría, por no decir todos, si podrías.
La felicidad y la plenitud se encuentra más fácilmente cuando se vive desde la esencia de quién es uno mismo, la cuestión es que muchas veces con las decisiones que tomamos vamos configurando nuestra vida, y en este sentido, para no alejarnos de nosotros mismos, es importante tomar decisiones con alma, aquellas que te acercan a lo que de verdad te importa, a lo que quieres, y no elegir sometido por el miedo, el dolor, la rabia o cualquier otra emoción que te llevará probablemente por caminos que se alejan del tuyo esencial.