Todos hacemos constantes inversiones en nuestras vidas, y sin embargo no se nos ha educado para ello. Invertimos en vivienda, en estudiar una profesión que podrá marcar cómo será nuestra vida, en un puesto de trabajo que puede ser nuestra peor inversión, invertimos en relaciones entregando nuestro mayor tesoro, nuestro tiempo, y así un sinfín de momentos en nuestra vida, que sin previo análisis nos lanzamos a ver que ocurre.
Es cierto, que algunas de ellas (normalmente las económicas) las sopesamos mucho, valorando hojas de cálculo, intereses, porcentajes, conjeturas de beneficios futuros, etc. pero otras, las que son realmente importantes, invertimos sin más en la mayor parte de los casos.
La inversión en tiempo es la más costosa de todas las inversiones, ya que puedes ganar o perder dinero, pero el tiempo pasado ya jamás será recuperado, es una inversión que si no va a dar rendimiento mejor cambiarla.
¿Planificas tu inversión más importante? ¿Observas la evolución y rendimiento de tu inversión? ¿Tienes un método o sistema que te permita saber cuándo cambiar de lugar tus ahorros de tiempo? Como ocurre con el dinero, cuanto menos tienes más lo valoras, por lo que te invito a que no esperes a tener 60 años para valorar tu tiempo, comienza ahora a invertirlo de forma que cuando llegue el final del día, la semana, el mes, tu vida, sientas que ha sido una fantástica inversión.
Uno de los indicadores que puedes tener es la sonrisa, si cuando miras en qué y cómo invertiste tu tiempo, te aparece una sonrisa, entonces con toda seguridad fue una buena inversión.
¿En qué lo vas a invertir hoy?