Hay días en que las cosas se tuercen, en los que aunque intentes ponerte en pie el viento te tumba, e incluso te llueve estando en el suelo, sí, hay días así, pero incluso estos días, o semanas, también pasan.
En la vida nada permanece, ni la vida misma, también pasa, y precisamente por eso, para que no se nos pase en balde, en momentos así una buena opción es cuidarte a ti mismo, mimarse, y fortalecer otros aspectos de tu mundo emocional.
Tal vez pueda lograrse con ese corte de pelo que llevabas tiempo queriendo hacer, pero que no encontrabas el momento, o ir a un SPA, o sencillamente tumbarte en la hierba y escuchar los pájaros... o escuchar esa lluvia de la que hablábamos antes y contemplarla desde el otro lado del cristal tomando tu bebida preferida.
Son muchas las cosas que logras cuidándote, muy en especial en momentos en los que parece que todo se tuerce, entre otras, fortaleces tu autoestima, preparas tu cuerpo y tu mente para abordar los retos cuando sean más favorables los vientos, y por otro lado también con esa distancia de los problemas tomas otra perspectiva, y a veces se te ocurren nuevas formas de resolverlos, normalmente cuando la mente esta calmada y no busca respuestas. Como cuando no te acuerdas de algo y parece que por más que lo intentes no viene ese nombre o palabra a tu mente, dejas de pensar en ello y aparece; así funciona nuestra mente, en la calma es más eficiente.
¿Lo recordaras si tienes ese día torcido? No pierdas el teléfono de tu peluquería.