Muchas veces nos dejamos llevar por la emoción que nos ha provocado una situación incómoda, y se nos escapa la vida estando tristes, cabreados, etc..
Desde aquí te invito a que sonrías, a que pese a todo sonrías, no importa que no te apetezca, sonríe aunque no sientas la sonrisa como sincera, fuerzala, no importa, lo verdaderamente importante es que sonrías.
Cuando sonríes, tus músculos se relajan y contraen de modo muy específico, tu cerebro sabe que cuando sonríes lo normal es estar feliz, estar contento, y actúa en consecuencia, antes o después te comenzaras a sentir mejor, y además, las personas que te rodean es muy posible que también te sonrían, produciéndose así una reacción en cadena.
Aunque solo sea para desentonar, como decía Mafalda, sonríe.