Decía Nicholas Murray Butler, que en el mundo hay tres clases de personas, aquellas que hacen que las cosas sucedan, las que ven como suceden las cosas y otras que no saben lo que está sucediendo. Bien, lo primero sería definir en qué grupo consideras que estás, y después decidir, y sí, he dicho decidir, no soñar, no esperar a que ocurra, sino decidir, en qué grupo quieres estar.
Todos tenemos la oportunidad de estar en cada uno de estos grupos, pero es una decisión interna la que hace que nos movamos de un grupo a otro, y digo moverse, porque nadie nace en el grupo de hacer que las cosas sucedan, todos cuando somos pequeños, a un nivel u otro, no sabemos qué está sucediendo. Con el paso del tiempo, vamos tomando conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor, vamos creándonos nuestro "mapa del mundo”, y según nos vamos haciendo mayores, tomamos la decisión de participar o no, en esas cosas que suceden, puede ser desde ir a una manifestación, hasta presentarnos como posible delegado de la clase.
Como ves, de un modo u otro, tú ya has pasado por las tres fases, seguro. Como yo y como todos los demás seres humanos, ahora bien, esto también puede hacerse a un nivel de implicación más leve, delegado de clase, o más alto, presidente del país, organizador de la fiesta sorpresa, o creador del producto que cambiará la vida de las personas. Cada etapa de la vida de un ser humano, tiene también distintos niveles de sueños, deseos y objetivos. Lo importante no es dónde estás, sino que tomes conciencia que es tu decisión la que te ha llevado ahí, y que también es tu decisión, la que te mantiene ahí.
Tú puedes cambiar esto, solo has de decidirlo y responsabilizarte de las acciones posteriores que tienes que llevar a cabo para lograr los resultados que deseas, para conseguir que tus sueños se hagan realidad, porque esto es lo que hace que unos se hagan realidad y otros no, que el soñador se hace responsable de que las cosas sucedan, y pese a que los inicios no suelen ser fáciles, y parece que son sueños inalcanzables (como todo buen y gran sueño), una vez que tomas tu decisión y no menos importante, tu compromiso por llevar a buen puerto tu propósito, seguirás avanzando, seguirás definiendo cuál es el siguiente paso que puedas dar.
No pienses en el paso número 50 cuando estás en el segundo, ve paso a paso. Igual que una montaña se conquista paso a paso, ve resolviendo los problemas cuando estos tienen lugar, los sueños se conquistan acción a acción, y se resuelven las barreras cuando éstas tienen lugar, no antes, ya que la gestión de la energía, como si de una maratón se tratara, es crucial para alcanzar la meta. Lograr un sueño es una carrera de larga distancia, no es de sprint, por lo que has de entrenarte, visualizar, y trabajar como si fuera la maratón de tu vida, ya que en este momento lo será. Tal vez después vengan nuevas y retadoras maratones, pero ahora estás en ésta.
Para hacer realidad un sueño, recuerda que necesitas un soñador y un hacedor, puedes ser tú ambas personas o puedes contratarlas, pero esa es la fórmula.