Todos tenemos la capacidad de hacer felices a otras personas, y dentro de ese conjunto de personas, también estamos nosotros mismos. Pero ¿cuántas veces al día hacemos lo posible por estar felices? ¿cuántas veces al día ayudamos a que otras personas sean felices?
Como cualquier otra habilidad, puede llegar a perderse por falta de entrenamiento, y por contra, la perfección llega con la constante práctica, por lo que estarás de acuerdo conmigo, en que si esta sería una de las cosas que sabemos hacer, deberíamos reservar espacio en nuestra agenda, al menos dos o tres veces al día, para practicarla, igual que reservamos espacio para ir al gimnasio y entrenar los músculos, o a la clase de inglés para ganar fluidez con el idioma. Pero sin embargo no lo hacemos, ¿por qué?
Solemos dar por hecho que la felicidad es algo que deberíamos tener o ser, pero no algo que hemos de trabajar y conseguir, que nos tiene que venir dado, por nuestra pareja, por nuestro jefe, por el gobierno, por el país donde vivimos, etc. y no algo que hemos de crear, algo que hemos de generar de nosotros hacia otros. Y sin embargo, nadie tiene la obligación de hacernos felices, nadie tiene esa responsabilidad, a parte de ti mismo.
Te invito a que hagas una lista de las cosas que te hacen feliz, que pueden ser desde cosas sencillas como andar descalzo en casa, o tumbarte en el céspez de un parque, a viajar con cierta frecuencia. Y que cuando tengas hecho este recopilatorio de la felicidad, te comprometas contigo para realizar con la mayor frecuencia posible estas cosas, y también a probar otras nuevas que puedan aportarte felicidad y bienestar. Porque si no es para esto la vida, ¿para qué otra cosa podría ser?
No olvides también, que la felicidad es lo que interpretas de lo que te sucede, y ésta es una decisión tuya, elige aquella que te haga bien.