La mayor parte de las personas se pasan media vida trabajando y persiguiendo tener poder. Viktor Frank definió la libertad última, como actitud que una persona decide tomar, frente a las circunstancias que le toca vivir. Según el diccionario, el verbo poder significa tener la capacidad de hacer algo.
Para mí, la máxima expresión de poder, es la capacidad y libertad de decidir qué queremos hacer con nuestra vida. Desde que somos pequeños y aun más cuando somos adultos, tomamos decisiones constantemente, muchas inconscientemente, y otras muy conscientemente. Todas ellas son la libertad de decidir qué hacemos con el tiempo y oportunidades que se nos presentan. Como si de una partida de cartas se tratara, tal vez no tienes el poder de elegir las que te son dadas, pero desde luego sí que tienes total poder y libertad de decidir cómo juegas esa “mano" que tienes delante. Lo tristemente sorprendente es que en muchos casos, no hacemos nada con esa mano, y en consecuencia con el máximo poder que se nos puede haber concedido. Tomamos la decisión de quejarnos, e incluso maldecir las cartas que nos han repartido. Deseamos, incluso en ocasiones insanamente, las cartas del compañero de mesa. Y digo bien compañero, porque igualmente que nosotros, está en este mundo para jugar la partida de su vida, y tampoco tuvo posibilidad de elección de sus cartas. Además, tenemos la tendencia a pensar que las cartas del vecino siempre son mejores que las nuestras, y no siempre es así, e incluso de serlo, esto no significa que vaya a ganar la partida, perfectamente podría perderla por tomar una mala decisión, igual que tú podrías ganarla por tomar una buena decisión.
Es curioso lo que deseamos el poder, y lo poco que utilizamos el gran poder que tenemos. Imagina que tu vida es un puñado de barro, esperando a que la des forma a través de tus decisiones y tus acciones. Imagina que da igual la figura que actualmente conforme ese montón de barro, siempre puedes romperla y volver a construirla. Lo importante es que tienes siempre, la capacidad y la libertad de decidir utilizar tu poder y ponerte en acción para crear y vivir la vida que deseas, y en la que puedas sentirte en plenitud. ¿Qué te lo impide?
Cuidado al responder a esa pregunta, ya que tiene trampa. En tanto en cuanto estés respondiendo cosas que están fuera de tu alcance, que no son tu responsabilidad, es como si intentaras jugar una partida de cartas con las que no tienes, sabes que es absurdo, y que jamás lograrás resultados de seguir pensando y actuando de esa manera. Por lo que vuelvo a preguntarte: ¿Qué te impide tomar las riendas de tu vida para decidir y hacer lo que sabes que has de hacer, para vivir mejor y obtener mejores resultados con plenitud?