Cómo nos sentimos en el día a día, tiene mucha relación con los acontecimientos que nos suceden, y aún más con cómo interpretamos y vivimos esas circunstancias.
Y cómo nos tomamos lo que nos ocurre, depende enteramente de nosotros, el que nos guste o nos disguste es una decisión, que por supuesto estará debidamente justificada. El sueldo que hace 2 años nos hacía ilusionarnos, hoy nos puede parecer injusto, ahora bien, si estuviéramos en paro, tal vez incluso un 20% menos de ese salario nos podría parecer válido.
Todo es relativo según entendamos que es nuestra situación, nuestros derechos y obligaciones, lo que merecemos, etc. En cualquier caso, todo esto es algo que está en ti, que tú valoras de un modo u otro, y que te produce una emoción positiva o negativa cuando se confronta con la realidad y coincide o no.
Por lo tanto, tú decides como tomarte las cosas y en consecuencia que emoción terminarás teniendo, y de ahí, cuánta felicidad puedas sentir.
Te reto a que durante un día, te pase lo que te pase, pienses que seguro que no es tan malo como parece (en el caso de ser algo en principio negativo), y por un lado busques qué puede tener de bueno, y por otro pongas tu foco de atención en el resto de cosas positivas que tenga el día.
Me encantará conocer tu experiencia, comenta más abajo si lo deseas, y así entre todos nos enriqueceremos.