Muchas veces miramos atrás y vemos cosas que hubiéramos hecho de otro modo, decisiones que hubiéramos cambiado, y todo pensando que de realizar esos cambios, ahora estaríamos viviendo la vida que nos gustaría, cuando en verdad no tenemos ni idea de si así sería, en el caso de poder rebobinar en nuestra vida, y producir esos deseados cambios. Y lo mismo ocurre si miramos hacia el futuro, no podemos saber de verdad las consecuencias de cada decisión, de cada acto, aunque podemos aproximarnos, eso sí.
Esto ocurre porque en nuestra vida pasada, presente y futura, intervienen infinidad de variables, infinidad de elementos que modifican el resultado de la ecuación que da como resultado nuestra experiencia. Unas influyen poco, otras influyen muchísimo, unas suman, otras restan, unas multiplican, y otras dividen. Ahora bien, con aquellas de las que sí que tienes control, ¿qué vas a hacer?
Por que una cosa es segura, y es que cuando pasa el tiempo, y miras hacia atrás, tú te juzgas por lo que has hecho, no por lo que los acontecimientos te han proporcionado, eso lo lamentas o no. Tu juicio a ti mismo, tiene que ver con lo que sí podías controlar, con lo fiel que has sido a ti mismo, con si has tenido coraje y has actuado pese al miedo, o si has dejado que éste te paralizara y ni siquiera lo intentaste, con todas estas cosas tiene que ver, no con los resultados que obtuviste. Es más fácil auto-perdonarnos si al menos lo intentamos poniendo toda nuestra energía y capacidad, que si ni siquiera lo intentamos, por el motivo que fuera, y como digo, más allá del resultado obtenido. Así somos, así funcionamos.
¿Mi recomendación? Que decidas y actúes de forma atrevida, que arriesgues con cabeza, pero que arriesgues, que intentes, aun pese a la posibilidad de fracaso, que busques por todos los medios posibles, y por los creativos también, vivir la vida que deseas, porque cuando llegue el final de tus días, valorarás mucho más lo que has hecho para conseguirlo, que el resultado obtenido. Y entre tanto que ese día llega, te llenará de orgullo y felicidad, el saber que lo estás dando todo para lograrlo. Porque si tú no lo haces, ¿quién lo va a hacer por ti?