Son tiempos de nuevos propósitos, incluso también de desear pasar página, desear ir hacia el nuevo año, casi incluso huyendo del ya viejo año. Y en más de una ocasión lo hacemos sin darnos cuenta, sin tomar conciencia de que en verdad, gracias a lo vivido estamos aquí, que gracias a las buenas y no tan buenas experiencias vividas en este último año, somos quienes somos, porque nos guste o no, ellas nos configuran también, o mejor dicho, lo que hacemos con esas experiencias configura quienes somos.
Por lo que creo que la mejor forma de finalizar un año es dando gracias por todo lo que hemos vivido, por todas las personas que de algún modo, han compartido un trozo de sus vidas con nosotros, y que a su manera nos dieron lo que podría entenderse como su mejor versión, aunque no hayamos estado de acuerdo con ellas. Dar gracias por cada momento malo y por cada momento fantástico, ya que cada uno de ellos, si así lo decidimos, nos aportará un aprendizaje que nos transformará en una mejor versión de nosotros mismos, los famosos upgrade que dicen en informática.
Recuerdo la película Yankee Doodle Dandy, protagonizada por James Gagney, justo el momento en el que tras su gran éxito en el escenario, George M. Cohan (interpretado por Gagney), dice "My mother thanks you, my father thanks you, my sister thanks you, and I thank you." (Mi madre dice gracias, mi padre dice gracias, mi hermana dice gracias y yo digo gracias), reconociendo, que aunque ya no estaban sobre el escenario con él, él sí estaba allí gracias a ellos, y el éxito y agradecimiento hacia el público, era unánime de todos ellos. Todos los logros y resultados que somos capaces de obtener, se los debemos de forma compartida al menos en parte, a otras personas, totalmente solos no lo hubiéramos logrado, y es de justicia que les brindemos este reconocimiento, este sincero agradecimiento. Ésta es una maravillosa forma de finalizar y comenzar un año.