¿Cuántas veces has deseado que no te costara esfuerzo hacer ciertos trabajos?
Supongo que unas cuantas veces, y lo curioso es que cuanto más lo piensas menos te apetece hacerlo, cuando precisamente la clave está en actuar al contrario, practicarlo y practicarlo hasta que domines la técnica y ya no suponga esfuerzo.
En verdad es algo que ya has hecho en tu vida, al aprender a andar, al aprender a montar en bici, a conducir, y un sin fin de habilidades que has ido desarrollando con la repetición, de modo que igual que los músculos se desarrollan aumentando el peso y en consecuencia la resistencia, en las habilidades se alcanza la excelencia aumentando también su resistencia, su dificultad, justo lo que nos lo hace más y más difícil.
Desde aquí te invito a que te lo replantees como un juego en el que cuando dominas un nivel, has de pasar al siguiente que entraña más dificultad, hasta llegar a dominar el juego y poder pasar los niveles con los ojos cerrados.
Una vez alcanzado ese nivel de destreza, bien podrás entrenar a otros a lograrlo o cambiar de juego, pero lo que si estoy seguro es de que de un modo u otro habrás disfrutado el proceso.
¿Cuándo comienza el juego?