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El poder del aprendizaje cruzado

Distintos aprendizajes te darán distintas perspectivas, y estas te proporcionarán mejores resultados.

Vivimos en un mundo hiper especializado, donde además la tendencia en cada área tiende a ser muy endogámica. Hablamos con personas de nuestro sector, leemos libros y revistas de nuestro campo de conocimiento y profesión, y un largo etcétera que nos reduce la visión y hace que en muchas ocasiones veamos el mundo a través de una lupa, como si no existiera nada más.

Precisamente, muchos de los avances empresariales y científicos han tenido lugar a través del aprendizaje de otras especialidades, distintas a las que tienen el problema a resolver.

Hay áreas del conocimiento que nos permiten desarrollar habilidades distintas a las que poseemos por el estudio y trabajo en nuestro área, y sin embargo, útiles como las que más en nuestro desempeño. Muy conocida es la historia de Steve Jobs que en su época universitaria asistió a clases de tipografía, y esto facilitó que cuando se introdujo en el mundo de los ordenadores, vinculara ambos campos y creara la diferenciación estética que haría de Apple un icono a nivel mundial. Así mismo, Leonardo Da Vinci nos enseño la importancia de unir distintos campos de conocimiento para resolver problemas complejos.

Así lo entienden también en la universidad americana de Yale, donde durante el primer año de la carrera de medicina, se les requiere que vayan a clase de arte. El estudio de obras artísticas de distintas épocas y sus características, facilita que los estudiantes desarrollen su habilidad de ver una misma cuestión desde distintas perspectivas, y de este modo, su cerebro entrenado con este nuevo aprendizaje, ha llegado a incrementar en un fantástico 10% su habilidad de detectar cuestiones médicas importantes. Por ello, es importantísimo que aprendamos a ver el mundo desde otras nuevas perspectivas, algo que está totalmente relacionado con el desarrollo del pensamiento lateral acuñado por Edward de Bono, profesor de la universidad de Oxford.

¿Cómo vería nuestra oficina o casa un pintor? ¿Y un cocinero? Ese problema que nos da dolor de cabeza, ¿Cómo lo resolvería un pianista? ¿Y un agricultor? ¿Una jirafa? ¿Una piedra (supongamos que es una piedra animada como en las películas)?

Te invito a que cada día durante una semana, te plantes un reto distinto, y te hagas la pregunta de cómo lo vería o resolvería alguien o algo, desde su perspectiva. El entrenamiento es crítico en el desarrollo de cualquier habilidad.