Nos pasamos la vida leyendo, escuchando y viendo cosas de las que aprendemos mucho. Vivimos en una era donde el conocimiento es más accesible que nunca, cursos universitarios de prestigio gratuitos, libros de bajo coste en múltiples idiomas, documentales gratuitos online, conferencias gratuitas, etc. incluso, me atrevería a decir, que vivimos una era de hiper saturación de conocimiento, pero ¿cuánto aplicamos de lo que aprendemos?
En la época de nuestros padres, había muy pocos libros que leer, y los pocos que tenían acceso a ellos, en ocasiones se los leían una y otra vez. La probabilidad de integrar ese conocimiento en ellos mismos era mayor, y que además pusieran ese saber en acción, también era más alta. Sin embargo parece que ahora viviéramos solo de adquirir conocimiento, sin tener tiempo siquiera para ponerlo en práctica, necesitamos más y más títulos para nuestro currículo, se valora el número de cursos más que lo que sabes hacer con ellos. Devoramos contenido sin llevarlo a la práctica, y ello tal vez aumente nuestro potencial, pero desde luego no cambiará nuestra vida.
Lo que provocará cambios radicales en tu vida, es la aplicación "en real" de lo que aprendes. Te invito a que cada vez que adquieras un nuevo conocimiento, venga de una carrera universitaria o de una cita célebre, te hagas la siguiente pregunta ¿Cómo puedo aplicar inmediatamente esto en mi vida de modo que se produzca un cambio sustancial?
Recuerda que con solo aplicar algo nuevo una vez por semana, estarás produciendo 54 nuevos cambios en tu vida, que por pequeños que éstos en el corto plazo puedan parecer, en el medio y largo plazo, se convertirán en un cambio de destino realmente relevante.
¿Qué aprendizaje sacas y vas a aplicar de lo que te acabo de contar?