Los grandes cambios del mundo sí que han sido liderados por personas increíbles, pero lo importante, lo que provocó la verdadera transformación, son las comunidades de héroes que los siguieron, y que hicieron posible contagiar a más y más personas a que se unieran al movimiento.
Lo que una persona no puede lograr, cien sí pueden lograrlo, y además con mucha más facilidad, ya que el esfuerzo se divide, la energía se multiplica, y la creatividad se vuelve exponencial. Por ello es importante crear estructuras en nuestra vida, no solo la profesional, sino también la personal, que faciliten el trabajo en equipo, que faciliten, que aunque nosotros podamos en un momento dado, liderar un movimiento, haya toda una estructura de héroes detrás que nos siga, que puedan trabajar codo con codo, para entre todos crear la transformación que buscamos lograr.
Para ello hay que generar confianza, dar libertad de movimiento, flexibilidad de aproximación, y todo ello con un único objetivo común, es lo único que no ha de ser abierto a opinión, porque si no, la energía se repartirá, en lugar de concentrarse como si de un puntero láser se tratara, y ésta es precisa, en una cantidad directamente proporcional al tamaño del cambio que deseamos provocar. Seamos concretos en el destino elegido, y flexibles en cómo nos aproximamos a él.
Por otro lado es preciso dar el reconocimiento que estos héroes, muchas veces anónimos, merecen, ya que sin ellos nada verdaderamente importante, sería posible.