Cuando el trabajo que realizas es físico puede resultar sencillo descansar, una ducha, un rato en el sofá, dormir, etc. Pero ¿Qué hacer cuando lo que estamos es agotados mentalmente?
En ocasiones, dormir o una ducha no es suficiente, hemos de hacer algo más.
La clave está en cambiar el foco de nuestra atención, distraer la mente con otra actividad. Desde luego que lo mejor sería hacer meditación y facilitar que la mente se relaje, aunque si no tienes el hábito o te resulta difícil, con cambiar la atención y en consecuencia los pensamientos puedes relajar la mente.
Como ocurre con cualquier otro esfuerzo físico no es conveniente llegar a un punto de colapso, hemos de observarnos y cuidarnos, para poder dar lo mejor de nosotros es imprescindible que tomemos descansos periódicos en especial cuando vivimos momentos de presión y estrés, ya que al igual que ocurre con un músculo que es llevado al límite, si lo sobrepasa entra en colapso y la recuperación no es ni saludable ni rápida. Es algo que podemos evitar, en nosotros está el tomar la decisión de gestionarnos los esfuerzos y los descansos adecuadamente.
¿Te ayudaría hacer una lista de actividades que te ayuden a descansar la mente como por ejemplo ir al cine o pintar?
Reserva un espacio diario en tu agenda para estas actividades, solo con pensarlas no es suficiente, hay que hacerlo.