The Sunday Tale

Una semana

Si algo no debe parar, es la belleza y la utilidad... el life looks good que nos arranca cada día un buen rato, una sonrisa, un deseo y un sueño...

Hay para quien las semanas empiezan en domingo, los ingleses sin ir más lejos, y eso es empezarlas bien, con un viaje o un loco momento de decoración, con tiempo de perfumarte y hasta de contarte un cuento, de hacer deporte, incluso a veces, de vestirte e ir de compras... y siempre, de música porque ahí vamos... on the road again.

Tras un domingo así, de principio de semana, pudiera llegar uno al lunes con otra cara... pero no es el caso, porque aquí el domingo es el fin y el lunes el principio, y para lanzar un buen principio TheGo, sin duda, sin falta y con risa; aromas de otras ciudades, el capricho del mes, aire fresco, diversión, un paseo especial, de trabajo incluso, y una peli, que es siempre un buen final para un lunes.

Y llegas entonces al martes, uno de ensueño y vacaciones, de no ver pasar el tiempo y querer sentirlo correr, día de batallas vencidas con elegancia en gafas de sol y tacón alto, muy alto, bello y elegante; y vuelves a casa en un clásico moderno para juguetear con el tablet y leer a Paul Auster mientras cae el día... para dar tiempo y lugar al siguiente.

Miércoles de grandes talentos y cafés divertidos, de cuidarse y también deportivos, de fútbol y triunfo en pantalla grande, de mirar hacia Lisboa y saludar discretamente, días cómodos y de inspiración colegial, recordando la pureza de las emociones pasadas cuando el mañana era una lejana utopía y el hoy, ahora, lo único importante. Pero finalmente el mañana llega.

Y llega vestido de jueves monumentales de palacios, reinas y banderas, de la emoción del color, el corazón y el mediterráeo, de veranos de la villa y una tónica entre amigos sintiendo y disfrutando ya el aroma de los días venideros.

Viernes de gloria y triunfo, de alcanzar la meta de cada lunes, el tiempo de cada fin de semana... y sonríes al aroma de la audacia y el sabor del aceite de oliva y, en plan preppy, disfrutas las turbulencias y los cuadernos ajenos sabiéndote pronto en la península del paraíso, ahí, así... con un cognac de zares en tus manos y el sábado a tus pies.

Y el sábado, el último día o el penúltimo según como y cuando se mire, según quien lo mire... un sábado que empieza entre niños, en los días de verano de una bebé al look adulto y divertido de los que lo fueron no hace mucho, un recuerdo diminuto y una copa de vino, o tres, en el aperitivo; tardes de ciencia, humana, de la humanidad de los grandes científicos de nuestra historia; sol, fotos y un viaje...

Así ha sido la semana y aquí estamos de nuevo, en el domingo de fin o principio y siempre de fiesta... y cuento.

Y no es cuento ni broma que arrancamos de nuevo aun sin haber parado, nunca, porque si algo no debe descansar ni parar, evadirse ni huir, es la belleza y la utilidad... el life looks good de cada día que nos arranca siempre un buen rato, una sonrisa, un deseo y un sueño...

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