The Sunday Tale

Hedonismo en femenino

Le mostró la botella de champagne como si no se estuviese percatando de la profundidad de los aromas que los envolvían...

Claudia era pura pasión y energía, también la sofisticación más absoluta hasta en las manos; Marta la seguía de cerca y, aun siendo un tanto más discreta, se presencia resultaba siempre resplandeciente; Isabel no tenía nada que ver con la voluptuosidad de las que fueran su compañeras de juegos, ella era más de locuras, secretos, tentaciones o caprichos... y Alicia, que había sido siempre un tanto bohemia, las sorprendía ahora en encaje de calais

Para cuando ella llegó al hotel, sus amigas la esperaban para celebrar que, por una vez, no se les había escapado mucho tiempo tras cumplirse un año de su última fiesta juntas, y allí estaban de nuevo las cinco, esta vez solas, sin ellos, para regalarse un fin de semana de puro hedonismo en femenino.

En el Spa no faltaba actividad ni detalle y ellas lo querían todo porque para eso le habían ganado al tiempo y a la vida aquel weekend plan, para darse el  lujo y el gusto de respirar y vivir, de disfrutar deleitando sus sentidos, de conceder a su cuerpo, aunque sólo fuese durante un par de días, el placer habitualmente negado...

Chio Massage, Shiatsu, Reiki, Stone Therapy... ducha de sensaciones y el temido jacuzzi... lugar de relajación de los sentidos, incluso del más común de todos ellos, y espacio abierto para las confesiones... tanto que incluso la incomensurable Claudia confesó un despiste, cometido con toda intención a medio camino entre Roma y Nápoles a cuenta de un bolso...

La velada, tras el día de mimo y cuidado personal, fue también tranquila y se cerró en la habitación de Claudia... alrededor de una tetera y un incontestable; quizá fuera la teína... o las ganas de verse y reir, de contarse la vida y los sueños... pero aquella noche nadie durmió, Marta a los mandos de la tetera y todas rendidas al aroma y el sabor de aquellas hierbas llegadas de París.

Ya en el vuelo de regreso a casa ella pensaba en sus niñas, porque de siempre habían sido las niñas y así serían aun cuando llegase el día en el que a la reunión anual tuviesen que ir ya con garrota... No había escapado a su atención el velo de insatisfacción tras los ojos de Claudia, la tristeza serena que queda tras la rendición de los sueños a la vida en la sonrisa de Marta, el absoluto silencio de Isabel sobre sí misma, su manos entrecruzadas siempre frente a su cuerpo como puertas infranqueables hacia sus secretos, y el sereno cambio de Alicia tras el que sabía se ocultaba un nombre de mujer...

Llegó a casa con toda la serenidad del mundo en su emoción, por eso se mantuvo en pie al ver las maletas en la puerta... y a él con gesto serio sentado en el sofá como si estuviese preparado para partir.

Le mostró la botella de champagne como si no se estuviese percatando de la crueldad del aroma que los envolvía - pongámosla a enfriar - dijo ante su expectante mirada... Si algo había apredido aquel fin de semana, era que lo que la unía a él iba más allá de un sentimiento, era una convicción profunda que nacía en ambos del fondo de su alma, a ellos la vida no se les iba a escapar de vacío, ellos no esperaban, no temían, no se rendían... vivían intensamente.

Life Looks Good

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