Read&Blues

Yo pinto, tú pintas, ellos pintan. Ellas también

Libros para colorear y para adultos que resucitan el papel. Y las cabezas.

Los que amamos la lectura, lo tenemos claro: el papel es el rey. Ninguna pantalla podrá jamás sustituir su textura, su olor, su color. Nada podrá remplazar el placer de releer los párrafos subrayados, de escribir notas en los márgenes. Ni la crueldad de doblar esquinas. Nos mantuvimos firmes frente a los agoreros que anunciaban su fin. Desoímos sus réquiems. Nos negamos a asistir a velatorios sin fundamento. Y mientras ellos imaginaban un mundo de estanterías vacías y muchos bits, nosotros seguimos acariciando letras, husmeando librerías. Y teníamos razón. Las cifras confirman la tendencia: el e-book se desploma; el sector del libro crece (poquísimo) gracias al papel.

¿A todo el papel? No. Al margen de la diosa novela —que mantiene su runrún sin despeinarse—, el boom editorial se debe a la creciente popularidad de los libros de adultos para colorear. Unir puntos, dibujar garabatos, pintar flores o animales, descubrir objetos escondidos en bosques intrincados… Todo con la más absoluta libertad. Como cuando éramos niños. Y es que los mejores ilustradores del mundo han decidido hacernos cómplices de su adición por el dibujo con propuestas tan originales como, en algunos casos, extravagantes. Y lo han conseguido. Nostalgia o relax, terapia o placer, o simplemente dejarse llevar. Lo cierto es que los niños grandes se han convertido en un filón sin precedentes para el mundo editorial.

El fenómeno —que comenzó en Francia hace apenas cuatro años con el sello Art-Therapie, de la editorial Hachete— se ha hecho viral, rompiendo incluso las expectativas más optimistas del mercado. Al principio fueron los aficionados al arte, los mandalas y la meditación los principales consumidores de estos libros para colorear. Pero pronto, nombres como Johanna Basford, Richard Merrit, Mell Eliot o Miriam Sugranyes hicieron estallar la bomba del color.

Apagar el cerebro, desintoxicarse del iPad, engancharse a la creatividad… El inmenso poder curativo de estos libros está más que comprobado. Por ello Johanna Basford —la escocesa de 31 años que ha convertido sus libros para colorear en auténticos bestsellers— apostó por ellos. Y el sello barcelonés MTM Editores, por su trabajo: El jardín secreto y El bosque encantado. Dos obras exquisitas, altamente complejas que no se limitan a pintar flores; invitan a descubrir los tesoros que autora camufla entre sus dibujos. No se perciben a simple vista, aparecen con el tiempo y la fantasía.

Aunque en España el escándalo llegó con los bosques de Basford, fue Forges el pionero de los libros de colorear como arma contra el estrés. Prueba de ello es su magnífico Coloréitor, editado por Espasa en el año 2014. También Ediciones B se sumó hace tiempo a la sanación a través del color con títulos como Arteterapia. Aunque ahora apuestan por nuevas recetas para recuperar la calma con temas más complejos. Habrá que esperar.

La propuestas del coloreo para adultos no se limitan a las clásicas flores o animales. Doodles, zombies, criaturas diminutas, escritores, ciudades, arte en estado puro… Hasta orgías se pueden colorear. Esta es la arriesgada propuesta de Bebel Books. La editorial brasileña que ha visto desbordadas sus expectativas con los dos volúmenes de Suruba para colorir. Un proyecto sin tapujos exclusivamente para adultos cuyo éxito consiste en romper tabúes. Y en la calidad de los dibujos, claro está, fruto del trabajo libertino y liberado de treinta y cuatro dibujantes de varios países: Argentina, Brasil, Estados Unidos, Francia, Holanda, México.

Sin duda, cualquiera de las propuestas pinta de lo más tentador. Y qué mejor época que el verano para dejarse atrapar, someterse al influjo de los lapiceros y redescubrir la terapia del arte. Eso sí, tengan en cuenta que crea adicción. Luego no digan que no estaban advertidos.