Trilogía del Baztán. Dolores Redondo.
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Trilogía del Baztán: la inquietante mitología del valle navarro en clave noir

A orillas del río Baztán la aparición del cadáver de una adolescente obliga a la inspectora de homicidios Amaia Salazar a regresar al valle.

Yo, que siempre he sido de lectura retardada y adicciones irracionales, suelo llegar tarde a los grandes éxitos de ventas. Es una resistencia absurda a la moda literaria. Una especie de intolerancia infantil más cercana a la costumbre de no seguir la costumbre que a la verdadera rebeldía. Pero también a la convicción de que reencontrarme en cualquier librería con la buena literatura de éxito es más fácil que rebuscar ediciones efímeras en la Cuesta de Moyano o en las webs tipo Iberlibro.

Uno más, como casi todos los veranos, me entrego al noir y a los buenos viejos éxitos siempre a mano. Un poco por nostalgia y otro por los escasos recursos literarios —una pequeña biblioteca y los libreros de segunda mano que se instalan en la plaza los domingos alternos— del pueblito donde gozo del calor y las largas tardes silenciosas. Gracias a ellos y con cinco años de retraso, emprendo esta vez el camino hacia lo desconocido y la belleza inquietante del valle del Baztán, con Dolores Redondo como guía.

El guardián invisibleLegado en los huesos y Ofrenda a la tormenta conforman, por ese orden, la ya célebre Trilogía del Baztán. Se trata de una extraordinaria saga del género policial a la que no es necesario aplicar la teoría del escritor Emilio Lara sobre las veinte primeras páginas. Desde la primera, la adicción al opio del valle causa efectos devastadores. Uno se engancha al libro como un koala a su tronco. A partir de ahí, la mitología vasco-navarra, el misterio del río, el poder de la naturaleza, la simbología y la cultura tradicional se enredan en una trama repleta de magia —en Baztán dicen que todo lo que tiene nombre existe—, belagiles (brujas), videntes y tarot. Cunas de helechos y rocas legendarias incrustadas en la niebla asfixiante que cae a plomo sobre el paisaje de Elizondo.

Y una serie de personajes tan redondos como el apellido de la autora, liderados por la protagonista, inspectora de la policía foral de Navarra. La trilogía negra se inicia con el regreso de Amaia Salazar a su ciudad natal, escenario de una infancia marcada por el miedo, la intuición, las leyendas oscuras de los bosques navarros. Uno de esos lugares donde pasan las cosas.

El germen de la historia se encuentra en una noticia de 2011, un hecho real investigado por la Guardia Civil con todos los ingredientes del negro y la intriga: el asesinato de una niña, un caserío, una secta, ofrendas, rituales, sangre, violencia, un tipo que confiesa y muchos cabos sueltos. A través de la inspectora Salazar — tan frágil como enérgica, tan perceptiva como inteligente— las tres obras diseccionan las diferencias entre la maldad y la locura. Todo ello dominado por el matriarcado y una atmósfera donde son las mujeres las que levantan, sostienen, destruyen. Y el lenguaje fértil de una escritora que navega por los mares del embrujo, la intriga, las pasiones con una facilidad asombrosa.

¿Volverá la inspectora Salazar? La autora dice que sí. Tras su última novela (Todo esto te daré), la ganadora del Premio Planeta 2016 puede que regrese a los parajes abruptos y mágicos de la ribera del Baztán. Yo la espero con impaciencia.

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Trilogía del Baztán (El guardián invisibleLegado en los huesos y Ofrenda a la tormenta.). Dolores Redondo. Ediciones Destino. Novela negra | Crimen y misterio. Colección: Áncora & Delfin