Nadie ha retratado Afganistán como lo ha hecho Steve McCurry. Han sido más cuarenta años viajes regulares a una tierra devastada por las guerras, los conflictos geopolíticos y las rivalidades tribales. Un lugar casi medieval, rodeado de montañas que ellos mismos (los afganos) denominan como “tierra de rebelión”. Un país violento e indómito que el fotógrafo norteamericano pisó por primera vez en 1979.
Fue entonces, cuando disfrazado de afgano y con la muerte a dos palmos, se adentró en un territorio hostil dominado por los soviéticos. Allí aprendió a mirar y esperar, la única forma de captar el alma de las personas. Cuando regresó once años después no que quedaba ni rastro de la invasión rusa; los talibanes habían destruido todo vestigio occidental convirtiendo el país en una trampa golpeada por las bombas y el silencio atronador de su verdadero dueño, el AK-47. Pero la esencia de sus habitantes, rotos por fuera, seguía intacta.
Steve McCurry nació en Filadelfia, en febrero de 1950. Graduado en Artes y Arquitectura en la Universidad de Pensilvania, comenzó a trabajar en un periódico local. Poco después de viajar a la India recibió, en 1984, el Premio al mejor Fotógrafo otorgado por la Asociación de Fotógrafos de Prensa. A lo largo de su trayectoria profesional ha cubierto las zonas de guerra más conflictivas y peligrosas. Desde la disolución yugoslava hasta el conflicto Irán-Irak, su cámara ha narrado las historias bélicas más cruentas de los últimos años, pero también la fragilidad, el coraje, las vivencias, el alma humana dibujada en rostros dispares.
Ciertamente, gran parte del trabajo de McCurry se centra en el retrato, en la gente y su experiencia vital, sobre todo el del mundo afgano. Fascinado por el paisaje agreste de sus tierras, la inmensidad de su desierto, el fotógrafo de Magnum relata el día a día a través de imágenes surgidas de entre el caos, los conflictos y el enigma de un territorio asolado por las guerras desde tiempos inmemoriales.
Los refugiados, los muyahidines y los talibán, los budas dinamitados de Bamiyán, las miradas verdosas de los niños cultivando campos de opio, mujeres cubiertas con burkas multicolor… McCurry halla la belleza en medio del desconcierto, la muerte y la desolación y construye con ellas relatos visuales tan duros como hermosos. Instantáneas que no cicatrizan las heridas ni palían las condiciones de vida de una población sometida a la tiranía y la miseria. Pero sí muestran al mundo, con ternura extraordinaria, el alma de un pueblo.
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Steve McCurry. Afganistán. Tapa dura, 26,7 x 37 cm, 256 páginas. Disponibilidad: agosto 2017. ISBN: 9783836569361. Edición plurilingüe: alemán, francés, inglés. TASCHEN. Precio: 59,99 euros.
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