Hoy vamos a hablar de trolls. ¿Sí? Pero no de esos “simpáticos” individuos que, amparados por un supuesto anonimato, pueblan las redes sociales y el mundo 2.0 absolutamente entregados a la descalificación, el chisme y la crítica negativa. No. Estos entrañables aunque molestos seres virtuales, no son más que eso. Algunos hasta tienen su punto de ingenio e incluso hay quien les coge cariño. Por aquello del roce, imagino.
Hoy vamos a hablar de otro tipo de troll. De esos otros –o probablemente los mismos– que, entregados al victimismo y la negatividad con la misma pasión que nuestros queridísimos intoxicadores virtuales, se instalan en nuestras vidas dispuestos a emponzoñar el ambiente con toda su “mala suerte”.
Provocadores, agresivos, envidiosos, descalificadores, cotillas, quejicas empedernidos o eternos sufridores a quienes todo les sale mal… Cualquiera que sea su tarjeta de presentación, la “gente tóxica” suele crear bastante malestar a su alrededor, pero lo peor es que algunos de ellos se entregan tanto a su causa que pueden llegar a destruir nuestros sueños. Se trata de una especie de vampiros psicológicos cuya mayor satisfacción consiste en robarnos la energía, boicoteando nuestra autoestima, echándonos la culpa de todos sus males, quejándose constantemente de lo mismo sin tomar decisiones o empleando otras variadas formas de toxicidad absolutamente agotadoras.
Y aunque tratamos de esquivarlos, cuando estos “encantadores de serpientes” se cruzan en nuestro camino, no resulta nada fácil perderlos de vista. “¿Está seguro de que desea eliminar este elemento de forma permanente?” ¡Seguro es poco! ¡Lástima de “intro” en estas ocasiones!, ¿verdad? Pero como nada es imposible –mal que les pese a todos nuestros amados agoreros–, Bernardo Stamateas nos cuenta cómo reconocerlos, cómo protegernos de su influencia, cómo poner límites a sus actuaciones y cómo librarnos de ellos definitivamente en su libro Gente Tóxica. Una obra amena, clara y convincente que recoge una serie de consejos y respuestas para ayudarnos a mantener relaciones personales positivas, saludables y a ser mucho más felices.