Siri Hustved. Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019. Foto: Marion Ettlinger
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Siri Hustved, la escritora del pasado y el futuro

Siri Hustvedt ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019 por su contribución al diálogo entre las humanidades y las ciencias.

A Siri Hustvedt la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019 le pillo en Londres. También por sorpresa, aunque en esa casa brookliniana donde vive con su marido no es la primera vez que entra el galardón. Paul Auster ya lo saboreó en 2006, pero ella no se esperaba recibirlo. “Sorpresa, asombro y gratitud”, dijo al enterarse de la noticia.

En su obra habitan, casi a partes iguales, la filosofía, el arte, el psicoanálisis, la neurociencia y la creatividad literaria. No se entiende la trayectoria profesional de Siri Hustvedt sin todo ese conglomerado intelectual cuyos escenarios suelen concentrarse tanto en Nueva York como en las frías tierras de su infancia. También los recuerdos, la memoria, las pérdidas, la necesidad de expresar la emoción, el conflicto interior, el poder de la escritura.

Hustvedt publicó su primera novela —Los ojos vendados— a principios de los noventa, a los 37 años. Antes se había dedicado a la poesía y, desde niña, recibía dosis periódicas de literatura en vena. De padre profesor de literatura noruega en el St. Olaf College de Minnesota y madre bibliotecaria, era de esperar una adicción semejante a las letras. Allí, en el Medio Oeste norteamericano nació y creció junto a sus tres hermanas pequeñas, hasta que en 1978 se trasladó a Nueva York para realizar el doctorado en literatura inglesa en la Universidad de Columbia.

Es autora de un poemario, ocho novelas, seis ensayos cuya calidad le ha valido el último Princesa de Asturias de las Letras. Su obra es una de las más ambiciosas del panorama actual de las letras. Incide en algunos de los aspectos que dibujan un presente convulso y desconcertante, desde una perspectiva de raíz feminista, dictaminó el jurado del premio.

Normalmente protagonizados por personajes complejos, sus libros destilan esa intelectualidad que es como un puente entre las letras y las ciencias, lo masculino y lo femenino… Una dualidad encarnada en su experiencia vital e impulsada por la filosofía de Kierkegaard y de Wittgenstein que tanto le fascina. Cuestiona la realidad, se adentra en el feminismo, eludiendo los estereotipos y las ideas reductoras en plan agitprop. Más bien profundiza en la psicología femenina en busca de respuestas.

En su última novela, Recuerdos del futuro, recién editada por Seix Barral, juega de nuevo con la memoria y la metaficción para construir una trama enigmática que avanza hacia el pasado. En ella se mezcla la historia de una joven S.H. en busca de su espacio como escritora, con la de la S.H. mayor cuando descubre un diario que creía perdido.