El pasado 20 de abril, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid abrió sus puertas al hipnótico universo de Georgia O’Keeffe. La muestra no sólo exhibe las flores con las que la pintora de Wisconsin cautivó al mundo, también presenta sus paisajes desérticos, sus horizontes infinitos, las tierras rojas de Nuevo México y su visión de Nueva York. Un conjunto que desvela las claves de la obra libérrima y potente de una mujer indómita, que pintó y vivió sin códigos guiada únicamente por su conexión casi mística con la naturaleza.
Con motivo de la exposición, la pinacoteca madrileña trasladó a otra artista, María Herreros (Valencia, 1983), la tarea de ilustrar la historia de O’Keeffe. ¿El resultado? Un precioso libro coeditado por el museo y la editorial Astiberri: Magnética Georgia O’Keeffe.
Herreros es una joven artista valenciana, formada en la Real Academia de Bellas Artes San Carlos y la Universidad Politécnica de Valencia. Siempre interesada en la comprensión de las emociones humanas y el progreso social, ha desarrollado un estilo muy personal, difícil de etiquetar, en el impera su propio concepto de belleza. Cuando aceptó el encargo del Museo Thyssen quiso abordar la figura de O’Keeffe de manera fresca, sencilla, acercándose a ella desde el plano espiritual y humano. Y es que para la ilustradora esa aproximación a la manera de entender la vida, la libertad y el crecimiento artístico de la norteamericana ha resultado una inmensa fuente de inspiración en todos los aspectos.
Como afirma Marta Ruiz del Árbol, comisaria de la exposición, “O’Keeffe y María Herreros hacen un tándem perfecto. Sumerjámonos con ellas en esta historia que aúna audaces decisiones y grandes miedos, amores apasionados y crisis existenciales, pero, sobre todo, una mirada única sobre la realidad que ha quedado plasmada sobre el lienzo para la posteridad”.
Para dibujar el libro y construir el relato, María Herreros ha estudiado con minuciosidad la extensa correspondencia de O’Keeffe con las personas más importantes de su vida, entre ellas Alfred Stieglitz y su amiga del alma Anita Pollitzer. Se trata de un inmenso legado escrito en el que traslada al papel sus emociones como artista. Y lo hace con la misma elegancia con la que pintaba. Además, revelan numerosas claves sobre la interpretación de su obra: no la de prensa, los críticos o sus propios colegas, sino la de verdad, la que ella expresa en sus lienzos.
Más allá de la artista y en forma de cómic, María Herreros indaga en el ser profundo de O’Keeffe, en su intimidad e inquietudes: los viajes, la naturaleza, los caminos físicos (era una paseante empedernida) y mentales de una mujer fuerte y emancipada que construyó su propia historia.
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