¿Cómo pudo desaparecer de un almacén del Museo Reina Sofía una enorme escultura de Richard Serra, que pesaba treinta y ocho toneladas? Pues sucedió. A partir de este hecho tan rocambolesco como enigmático, Juan Tallón construye una novela que bien podría ser una crónica, un reportaje novelado o un relato de no ficción. La etiqueta que se le ponga a Obra maestra carece en realidad de importancia. Porque lo suculento del texto no se encuentra en cómo lo denominemos, sino en la forma en que el autor maneja la realidad y la propia estructura del relato.
Por centrarnos en el argumento que Tallón sitúa en 2006 (momento en que se descubre el pastel), hay que retroceder una veintena de años.
Cuando el Reina Sofía no era todavía museo nacional, sino el primer Centro de Arte Contemporáneo de Madrid, abrió sus puertas al público con una gran exposición concebida como una confrontación entre grandes artistas con la obra escultórica de figuras destacadas como Antonio Saura, Eduardo Chillida, Antonio Tàpies, Georg Baselitz, Cy Twombly y Richard Serra. Era el 26 de mayo de 1986. Al año siguiente, el futuro museo compró la pieza de este último escultor.
Equal-Paraller/Guernica-Bengasi era una inmensa obra compuesta por cuatro bloques de acero y 38 toneladas de peso. Estuvo expuesta en el centro hasta la reforma que lo convirtió en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Después, debido a sus dimensiones, se trasladó a un almacén de arte situado en Arganda del Rey (Madrid). Ahí se supone que descansaba la piecita. Pero no. En algún momento entre 1992 (según documentación oficial, ese año permanecía todavía almacenada) y 2005 un agujero negro se tragó los treinta y ocho mil kilos de acero. Así, como por arte de magia.
Juan Tallón tuvo conocimiento de tan extraño suceso a través de los medios, que pronto se hicieron eco del caso de la obra a la fuga. Desde aquel lejano 2005 —bueno 2006 que es cuando el museo anunció la desaparición—, el asunto no cesó de aporrearle el cerebro. Porque no sabía cómo contarlo, cómo organizar todo ese mejunje de datos y declaraciones fruto de su investigación.
Y es que semejante escándalo (que adquirió alcance internacional) se asemejaba más a una novela policial que a un hecho real. ¿Cómo puede desaparecer una mole de tal peso y dimensiones? La policía fue incapaz de resolver el enigma. Tampoco supo determinar el momento exacto de la desaparición. Obvio y menos aún quién se la llevó del almacén que supuestamente la custodiaba. Y eso que buscaron (literalmente) hasta debajo de la tierra. Las especulaciones sobre un supuesto robo se esparcían con idéntica intensidad a las “echadas” de culpa. El caso es que excavaron el terreno donde un día estuvo depositada la obra. Infructuoso.
Mientras la policía buscaba desesperadamente la escultura de Serra, el artista llegó a un acuerdo con el Reina para replicar la obra desaparecida. Hoy, el doble de Equal-Parallel/Guernica-Bengasi se encuentra en la sala 102 del museo.
Volviendo a Obra maestra, afirma Tallón que tras años de zumbido incesante, al fin supo cómo reescribir el enigma y lo hizo en forma de relato coral, “llenando la novela de voces que a lo largo de años y años hablan de su relación con la escultura, con Richard Serra, con el museo Reina Sofía, con la desaparición, con la desesperada búsqueda de una obra que se erigió en una pieza magistral del minimalismo, y cuya desaparición, al extraviarse, se convirtió también en una particular obra maestra”.
En Obra maestra resuenan las voces de la fundadora del Reina Sofía, de algunos de sus directores, de los policías encargados de la investigación, de empleados del museo, de la jueza que instruyó el caso, del empresario que custodiaba la escultura, del mismísimo Richard Serra y personajes anónimos que, de algún modo, tuvieron algún vínculo con el misterio.