Para quienes somos lectores, compradores habituales de literatura y asiduos a las diferentes ediciones de la Feria del Libro de Madrid, es probable que ya no nos resulte tan atractivo perdernos en esa vorágine casi suicida de aglomeraciones, calor (o lluvia, en función del día) y filas infinitas en según qué casetas, en la que se convierte la feria todos los fines de semana. Aunque tampoco vamos a negar que cuando alguno de nuestros autores favoritos se encuentra firmando libros, somos capaces de aguantar las inclemencias necesarias para hacernos con el correspondiente ejemplar dedicado. Y es que para los bibliópatas, bibliófilos y demás adeptos literarios, este punto fetichista forma parte de nuestra extraña idiosincrasia.
En fin, que si nuestras obligaciones diarias nos impiden una escapada furtiva para disfrutar de El Retiro, los libros y la primavera al margen de los tumultos de fin semana, más de un año nos saltamos la ceremonia ferial sin ningún tipo de remordimiento. Sin embargo, hay que reconocer que la Feria esconde muchos atractivos, especialmente en lo que respecta a los lectores más jóvenes. De un tiempo a esta parte tanto la programación como las nuevas propuestas editoriales dedicadas al público infantil son mucho más jugosas y tentadoras que hace años. Y al margen de ciertas memeces variadas especialmente diseñadas para que cualquier niño con un mínimo de imaginación —es decir, cualquier niño— no vuelva a agarrar un libro en su vida, existen también pequeñas joyas literarias que pueden terminar convirtiéndolos en esos pequeños lectores empedernidos que todos deseamos tener en casa.
Para compartir con ellos esos momentos tan especiales, contemplarlos mientras experimentan el olor a libro nuevo, la emoción de sus miradas y sus manitas acariciando las páginas de, tal vez, su mejor regalo os proponemos algunas de las delicatesen infantiles que se pueden encontrar en la Feria del Libro 2016. Y en las librerías, claro.
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