A veces la Historia es muy injusta. Quizá no tanto como quienes la escriben, sepultureros de nombres y hazañas, de hombres y mujeres valientes que jamás debieron caer en el olvido. Uno de esos nombres es el del general Aranguren. José Aranguren Roldán, el máximo responsable de la Guardia Civil durante la sublevación militar en Barcelona el 19 de julio de 1936. Un hombre bueno. Un héroe olvidado que pagó con la vida su sentido del honor y la justicia. El que hoy recupera Lorenzo Silva en Recordarán tu nombre.
Sólo el título revela las intenciones últimas del escritor madrileño que, desde el inicio del relato, se posiciona como narrador-investigador. Casi testigo de una historia resuelta en primera persona, germinada a partir de la memoria de sus dos abuelos, Manuel y Lorenzo. Ambos protagonistas de un tiempo convulso cuyos orígenes se remontan a la guerra del Rif y la caída de la monarquía. La proclamación de la II República y los conflictos políticos y sociales que se sucedieron hasta la sublevación militar del 18 de julio de 1936 terminan de definir el armazón moral sobre el que se construye la personalidad impecable de José Aranguren.
Si mañana me fusilan, fusilarán a un general que ha hecho honor a su palabra y a sus juramentos militares. Pero si mañana le fusilan a usted, fusilarán a un general que ha faltado a su palabra y a su honor. Así respondió Aranguren a Manuel Goded, jefe del alzamiento en Barcelona.
Porque esto es lo que pretende Lorenzo Silva: recuperar el nombre de un personaje histórico. Un hombre clave en el desarrollo de la resistencia leal a un régimen político avalado por la ley, echado por tierra por la insurgencia de un grupo militar cuyas consecuencias todos conocemos. Y lo logra.
No sólo reconstruye la figura de un hombre y un tiempo muy poco explotado cultural y literariamente. Reproduce hechos exactos, sin fabulaciones. Como los personajes que desfilan por estas páginas: muchos históricos, otros cercanos al autor. Todos reales. Y lo hace, además, con una rigurosidad impoluta, manteniendo sus propias convicciones e inquietudes con respecto al honor, la memoria, la lealtad, el sufrimiento y la dignidad. Para ello emplea todas las armas literarias que definen su trayectoria profesional: elegancia, precisión y, en este caso, una documentación exhaustiva que contó con la ayuda inestimable de Lorenzo Rubio —biznieto de Aranguren— y el resto de la familia.
No se limita (limitar es un verbo escaso para reproducir la inmensidad histórica que recoge Silva en su relato) a reparar la figura del hombre que optó por defender la democracia. En la línea de su profunda admiración y respeto por la Guardia Civil, restaura también la esencia del Instituto Armado, la de la disciplina, la cohesión y la integridad.
Es curioso cómo la Historia novelada me ha conducido en el escaso intervalo de un mes a los mismos hechos, al mismo contexto temporal, al mismo lugar (la antigua Aduana, en el Pla de Palau) y a un nombre común. Otro, el de Federico Escofet. Dos relatos radicalmente diferentes que invitan (obligan) a una profunda reflexión sobre un pasado ni tan lejano ni tan apagado.
Para que luego digan que la novela no instruye ni despierta curiosidad, inquietudes, ganas de descubrir, de indagar. De rescatar nombres, héroes, antihéroes, personajes admirables o mezquinos. Hechos que forman parte de nuestra cultura, de nuestra Historia, cuyo desconocimiento nos condena reproducir el mismo discurso del odio que hace casi un siglo nos llevó a la debacle.
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Recordarán tu nombre. Lorenzo Silva. Fecha de publicación: 16/05/2017 | 496 páginas | Idioma: Español | ISBN: 978-84-233-5234-0. Destino.