De tipos…, y de tipos de tipos. De los anodinos y aburridos que pasan sigilosos y sin dejar huella; o de los infantiles —tiernos y mullidos—, los tipos “algodón de azúcar” casi siempre malogrados por un exceso de dulce. ¿Y los clásicos? Apuestos, encantadores y familiares son, sin duda, los más solicitados. También nos encontramos con los valientes, los rompedores, los extravagantes o los tipos de diseño. Y por supuesto los tipos duros, los rebeldes con causa convertidos en codiciados y oscuros objetos de deseo. Courier, Comic sans, Arial, Georgia… Sí, claro, me refiero a ellos, a los tipos de letra ¿qué pensabas?
Aunque apenas reparamos en ella, nuestra relación con la tipografía comenzó allá por el año 1445 con el primer libro —La Biblia— impreso por Gutenberg y los tipos móviles. Desde entonces las letras y sus formas han sido y serán objeto de inagotables metamorfosis, de egos, de rivalidades, de odios y excentricidades. Pero, ¿cómo nacen los tipos? ¿Cómo se reproducen? ¿Mueren? ¿Existe una tipografía perfecta? ¿Cuál es nuestro tipo ideal? El periodista británico, Simon Garfield, nos responde a todas estas preguntas y nos sumerge en el fascinante mundo de las fuentes tipográficas con su libro Es mi tipo. Divertida, original, cargada de relatos y anécdotas curiosas, la obra supone una maravillosa introducción a un arte —o ciencia— que, por mucho que la hayamos obviado, siempre estuvo ahí. A través de sus 376 páginas, Garfield nos narra historias tan apasionantes como la de Cyrus Highsmith y su “día sin Helvética”, las asombrosas aventuras de la “serif” de Liverpool, la muerte de Baskerville o el “yes, we Gotham” de Barak Obama.
Publicidad, estrategias de mercado, celebraciones, invitaciones, correos electrónicos, señales de tráfico, títulos de películas, portadas…, siempre habrá un tipo perfecto, una fuente ideal, pero “si ninguna de ellas satisface al usuario, siempre existe la opción de crear una propia. Si se tiene la paciencia y el deseo suficiente de inventar una A o una G como nadie las haya hecho antes, es hora de abrir uno de los tantos programas y lanzarse a la aventura”. Es mi Tipo, editado por Taurus el pasado mes de septiembre y traducido por Miguel Marqués, es un libro desenfadado, ameno y profusamente ilustrado que nos cuenta la historia de más de doscientas fuentes y nos descubre el poder la tipografía.